Las autoridades mexicanas han interceptado entre enero y octubre la cifra de 228,115 personas migrantes de diferentes nacionalidades. A la vez, han deportado a otras 82,627.
La mayoría originarias del Triángulo Norte de Centroamérica, cifras que no se habían visto en los últimos 15 años.
Esta cifra bate el récord de las detenciones de migrantes en los últimos años y representa un incremento de 37% respecto al 2019, de acuerdo con datos de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación de México, según cita el diario español El País.
“México vive una de las mayores olas migratorias de su historia, demostrando la incontenible cantidad de migrantes rumbo a Estados Unidos que atraviesan su territorio”, comentó Fernando Castro Molina consultor migratorio.
De igual forma se observa el incremento en las solicitudes de refugio presentadas, que también han batido récords, mientras no se agilizan los expedientes en revisión.
Las estadísticas consultadas indican que, en el mismo periodo de 2021, se habían recibido 108,195 peticiones de refugio por las autoridades y cuales está previsto que se incrementen.
ENDURECEN CONTROLES
Este incremento de cifras se da como resultado de la presión del gobierno de Estados Unidos de convertir a México en un muro de contención de la migración en Centroamérica.
La mayoría de las detenciones en México se han producido en la frontera sur con Guatemala, que se ha vuelto la puerta de entrada de la migración centroamericana.
Esto como resultado de la profunda crisis económica y política que vive la región en donde el 84,5% de las personas que migran a través de México proceden de esta región. En su mayoría de Honduras y Guatemala.
De acuerdo con los últimos datos, las autoridades migratorias han detenido a 97 mil hondureños y a 64 mil guatemaltecos sin documentos en lo que va de año. La inestabilidad económica, el desplazamiento forzado, la violencia y los efectos del cambio climático son algunos de los motivos que enumera los organizamos internacionales para explicar la migración desde estos países.
“A finales de 2020, cerca de 900 mil personas de Honduras, Guatemala y El Salvador habían sido obligadas a marcharse de sus países”, señala la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), de acuerdo con el diario El País.
