Gabriela Nathaly Palacios Aragón
Escuela de Historia, USAC

Dentro del colectivo popular católico una de las devociones más antiguas la tiene la Virgen de la Concepción, esta nace de la defensa de Juan Duns Escoto, fraile franciscano que defiende la creación de   María sin el pecado original libre de este, es por ello que surge este dogma el cual es proclamado el 8 de diciembre de 1854, por el Papa Pio IX.

Debido a la popularidad y aceptación de las fiestas en honor a la pureza virginal y con la proclamación de fe por parte del Papa, surge una devoción sobre la Inmaculada Concepción, siendo adoptada por los Reyes de España como patrona y se expande sobre todo los territorios españoles. En Guatemala, se funda con anterioridad a este evento, la cofradía de la Inmaculada Concepción en el Valle de Almolonga en el año 1542 a cargo de la orden franciscana.

Se tiene por la tradición oral, que la imagen de la Virgen de la Inmaculada Concepción fue un regalo del Monarca Carlos V, de Alemania a finales del siglo XVI, la cual consiste en una imagen de estilo barroco de finos acabados y de autor desconocido.

La devoción surgida durante tiempos coloniales y de tiempos de la independencia, muestran qué es una tradición mucho más antigua que incluso que la Semana Santa, dada la atribución que se le da a la mujer en el libro del Génesis en la cual de manera simbólica se enemisto a la mujer y a la serpiente, que ha sido la representación del mal.

La imagen de la cofradía franciscana contiene muchos símbolos de especial significado iniciando por su corona la cual es adornada con dos estrellas en representación de los doce apóstoles, su corona fue creada bajo la orden de Fray Miguel Ángel Murcia, quien se encargo de la recolecta del oro y piedras preciosas para su elaboración. Su fisonomía va concorde a la época al presentar un rostro ovalado y perfecto con mirada compasiva hacia la gente.

Su devoción ha inspirado loas y los rezados de la cuales se tiene como precedente las creadas por los franciscanos y seguida por los fieles como tradición decembrina, fecha en la que se celebran sus fiestas.

Dentro de la tradición oral que se mantiene sobre la imagen de la Virgen inmaculada de la concepción se tienen historia como cuando Rafael Carrera a la fecha del fallecimiento de su esposa le obsequia a esta imagen las argollas nupciales y la nombra de la primera dama de la nación. También se tiene como historia popular la colocación de fogatas que iluminaban el paso de la procesión por las calles de Guatemala, ya que él no contar con alumbrado eléctrico la población procuraba iluminar con esto en las calles del recorrido.

Es notable observar, como dentro del colectivo popular guatemalteco, como forma de cristianización el uso de las imágenes dentro de la población indígena y ladina, siendo la imagen mas popular, la Virgen María la cual cuenta con varias representaciones y distintos centros de diversión a lo largo de Latinoamérica y del mundo. Sí bien las técnicas utilizadas para la conversión es solamente reciclaje de lo que se utilizó para la reconquista de España, sus efectos son notables ya que en los momentos más complicados de la población su respuesta sido abocarse a sus patrones e imágenes de devoción.

Surge en Guatemala entonces distintas imágenes donadas o mandados a hacer para que cumplan la función de cristianización en la población de los cuales se conoce la imagen del Seminario Mayor que luego sería cambiada por la imagen de la actual Catedral Metropolitana, la imagen de la Virgen de la Inmaculada Concepción de Ciudad Vieja, Sacatepéquez y la que se encuentra en Huehuetenango.

Alrededor de ellos surgen las cofradías y hermandades que se encargan de mantener viva la devolución a estas imágenes junto con el significado de representa la de una mujer concebida sin pecado original vencedora del diablo y poseedora del cielo y las estrellas que observan con misericordia el actuar de sus hijos y que reciben con dulzura sus plegarias, lamentos y peticiones. Como madre y protectora de los hijos sin importar su clase condición social o económica la que generaría mayor devoción dentro de la población.

En Escuintla, la encargada de la celebración de dicha celebración es la antigua prelatura de Escuintla, elevada a Diócesis el 28 de julio de 1994, que ejerce su pastoreo la cual se encuentra dedicada a la Inmaculada Concepción de María y para la cual surgen festividades como las elecciones de niña y señorita Escuintla que cuenta con la participación de niñas y adolescentes que tendrán la representación en actividades departamentales, así como eventos ganaderos propios de la región como parte del acompañamiento de las festividades más solemnes y religiosas representadas en procesiones conmemorativas y la respectiva eucarística.

Sin embargo, por motivos de la pandemia causada por el Covid-19 y por segundo año consecutivo las actividades han tenido que suspenderse en su mayoría, entiéndase todo el algarabío que las  ferias, veladas y festivales  patronales  se generan por la celebración de la Inmaculada Concepción, aunque las actividades religiosas se siguen realizan a pesar de que se han visto limitadas en aforo por motivo de seguridad sanitaria, las eucaristías han visto su aumento no solo en la Catedral de Escuintla sino también en las parroquias de la localidad, que buscan darle un sentido espiritual  y santificar las fiestas a manera que el sentido de su celebración no se pierda sino se renueve en un nuevo acto de fé.

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