Líderes de la Unión Europea trataban de coordinar el jueves medidas contra el auge de contagios de coronavirus en el continente y la expansión de la nueva variante ómicron, al tiempo que mantenían las fronteras abiertas.
Con las fiestas a la vuelta de la esquina, los líderes del bloque querían evitar un confuso mosaico de normas y asegurarse de que los 27 estados miembros estaban en la misma página y que los certificados de COVID-19 seguían garantizando los desplazamientos sin trabas.
Sin embargo, la alarmante tasa de contagios ha hecho que muchos gobiernos europeos apliquen nuevas medidas de salud y restricciones en las últimas semanas. Francia restringirá las llegadas desde Gran Bretaña debido a la rápida expansión de los casos de ómicron, y limitará los motivos de viaje, además de requerir 48 horas de aislamiento tras la llegada de los viajeros. Se espera que las nuevas normas entren en vigencia durante el fin de semana.
El Consejo Europeo, que reúne a los jefes de gobierno de la UE para marcar la agenda política del bloque, indicó antes de las conversaciones en Bruselas que “cualquier restricción no debe socavar el funcionamiento del mercado único ni obstaculizar los viajes entre estados miembros y a Europa”.
Italia empezó a exigir esta semana pruebas negativas a los visitantes vacunados, lo que provocó preocupaciones de que iniciativas similares en otros lugares complicaran los desplazamientos de los ciudadanos europeos para visitar a familiares y amigos durante las fiestas.
Portugal adoptó una medida similar el 1 de diciembre y pide que todos los pasajeros que llegan por aire muestren un negativo en una prueba, independientemente de su estado de vacunación, lugar de origen o nacionalidad. Grecia anunció el miércoles que a partir del domingo, todos los viajeros deben mostrar una prueba negativa a menos que hayan pasado menos de 48 horas en el extranjero.
Los jefes de gobierno también hablarán sobre distribución de vacunas y el empleo de dosis de refuerzo para combatir la expansión de ómicron.
“La única respuesta a ómicron ahora mismo es la aceleración de nuestro programa de vacunación, con un énfasis especial en las dosis de refuerzo”, dijo el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis. “En Grecia, somos uno de los primeros países europeos en abrir las dosis de refuerzo a toda la población”.
Las medidas restrictivas adicionales, como las pruebas para visitantes, sólo deberían aplicarse durante las navidades “para ganar un tiempo adicional para reforzar (la inmunización) de tanta gente como sea posible. Es una batalla contra el tiempo”, dijo Mitsotakis.
El primer ministro de Irlanda, Micheál Martin, señaló que los líderes están preocupados por la capacidad de ómicron de propagarse deprisa y presionar a los sistemas de salud.
Se espera que ómicron sea la variante dominante del virus en la Unión Europea de 27 países para mediados de enero, según la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Más del 66% de la población de la UE está ya totalmente vacunada, pero esa cifra no da una imagen clara en una UE con grandes contrastes.
Mientras que países como Portugal y España han vacunado a la gran mayoría de su población, otros países van muy rezagados. Bulgaria, por ejemplo, tiene apenas un 26,6% de población totalmente inmunizada, según el Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades.