Luis Fernando Bermejo Quiñónez

@BermejoGt

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Lic. Luis Fernando Bermejo Quiñónez
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El Congreso en nuestro marco constitucional tiene muchísimo poder. Decreta leyes, aprueba el presupuesto, nombra los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y Salas de Apelaciones, nombra representantes en la Corte de Constitucionalidad (CC), nombra a miembros del Tribunal Suprema Electoral (TSE), y en fin, tienen importante incidencia en la mayoría de asuntos del Estado. Pero el problema no es que el Congreso tenga esas facultades. El problema es que cada cuatro años nombramos una camada tras otra de despreciables (con algunas excepciones), “nuevos” y “reciclados”, que lo que llegan es a representar su “bolsa”, o al crimen organizado y narcotraficantes y otros a representar intereses quizá lícitos pero opacos. Pocos llegan representando una “ideología definida” y para fungir una “representación” de sus votantes.

Actualmente la Ley Electoral y de Partidos Políticos establece el sistema de elección de diputados por “listados cerrados y bloqueados” en el cual los partidos políticos designan y eligen los diputados por planillas ubicándolos en casillas numeradas en forma descendente. El ciudadano no puede variar el orden de la asignación ni variar el orden de los candidatos en el listado. El uso de este sistema ha resultado en nuestro sistema en que las “primeras casillas” sean objeto de “compra” por sumas millonarias por “caciques” y que dentro de los listados controlados por los partidos se “cuelen” numerosos indeseables. Los diputados no tienen, en la práctica, una conexión con sus votantes, una vez electos, hacen lo que quieren.

Hoy la Comisión de Asuntos Electorales (CAE) del Congreso tiene la posibilidad de dictaminar favorablemente dos propuestas para abordar el entuerto de falta de representatividad de los diputados que elegimos al Congreso. Una propuesta es la contenida en la propuesta de reforma del Tribunal Supremo Electoral (TSE) en la cual propone la introducción de un artículo 203 Ter por el cual se establecería el “sistema de voto preferente”. En este sistema, los partidos siempre proponen sus listas o planilla ubicándolos en planillas en casillas numeradas en forma descendente, pero el votante tiene opción de variar, parcialmente, el orden establecidos por los partidos políticos o simplemente votar por la planilla. Entonces en el sistema propuesto, en distritos de uno a tres diputaciones, el elector puede escoger una preferencia del listado, en los de cuatro a siete podrán elegir dos preferencias numeradas uno y dos, y en los distritos de más de ocho diputados, podrán elegir tres preferencias, numeradas del uno al tres. La complejidad de ese método es que al ser imputados los votos por partido para efectos del cálculo de escaños por el Método D`Hont, cuando luego se tiene que determinar quiénes son electos por el partido, el voto debe “fraccionarse”, ya que el voto en primer lugar de la lista otorga una “unidad”, el ser electo segundo, una mitad de una unidad, y luego un tercer lugar, un tercio de unidad. Esto es complejo y puede ser un problema al momento de escrutinio y su cómputo en las Juntas Electorales.

En cambio me parece más simple el sistema que propone el diputado José Alberto (“Canche”) Rivera Nájera que propuso a la CAE el sistema de “listados desbloqueados” para sustituir el artículo 203 Ter propuesto por el TSE. En este sistema los partidos políticos igualmente propondrán su listado de diputados en orden descendente, pero el votante podrá escoger, o votar por el partido, o buscar elegir directamente ejercer su voto a favor de un candidato de un partido político en las listas propuestas. De esta forma, entonces siendo electos en cada distrito los que obtengan más votos totales en las papeletas. Este sistema es lo más cercano al “voto por personas” no por partidos que clama la población y puede ser una forma “intermedia” entre el sistema proporcional de mayorías de un sistema de representación y un sistema uninominal de distritos pequeños de elección de un diputado por distrito que, por ahora, por no poderse subdistritar por criterio de la Corte de Constitucionalidad, no es factible en Guatemala. El escrutinio me parece que será más transparente y fácil para determinar la asignación de escaños. Me parece una propuesta viable, constitucionalmente válida y cuya facilidad de ejercicio será fácil de explicar al votante de cara a los próximos comicios que la propuesta por el TSE. Hoy quiero exhortar a los miembros de la CAE y en particular a la diputada que la preside, Sandra Lorena De León Teo, que ejerza con valentía su función y escuche el clamor de la población por tener una mejor representación en el Congreso. La ciudadanía, particularmente los jóvenes, lo demandan. Espero pueda la CAE dictaminar favorablemente la iniciativa de los listados desbloqueados del diputado Rivera, esta es factible y nos mueve en la dirección correcta.

 

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