El país ha enviado muestras de pacientes a otros países para detectar variantes. Foto La Hora/AFP

El Laboratorio Nacional de Salud (LNS) envió 100 muestras positivas de COVID-19 al Laboratorio de Referencia de Costa Rica para determinar las variantes predominantes del Sars-CoV2 en Guatemala. Esta no es la primera vez en que el gobierno opta por remitir los tamizajes a otros países en vez de procesar los estudios localmente.

Esta dinámica, según explicó el epidemiólogo Erwin Calgua, se debe a la falta de experiencia con este tipo de estudios, no precisamente a la carencia de equipo profesional.

 

LA EXPERIENCIA DE GUATEMALA ES LIMITADA

El epidemiólogo del Hospital San Juan de Dios expuso que el Laboratorio Nacional de Salud tiene la capacidad para realizar este tipo de secuenciaciones de variantes del coronavirus; no obstante, la experiencia, específicamente en el manejo de las muestras es más avanzada en Panamá y Costa Rica, países cercanos que han trabajado en esta vigilancia desde hace más tiempo.

“Es más, por aspectos de experiencia, la parte del laboratorio usted la puede tener, pero la parte analítica matemática, específicamente bioinformática la tienen mejor trabajada en otros espacios”, dijo Calgua.

En Guatemala, según refirió el doctor, la experiencia y el equipamiento no solo debe ser de índole médico o clínico, también debe invertirse en el análisis informático y matemático. Esta capacidad de análisis requiere a su vez computadoras aptas y programas estadísticos afinados, “que en eso sí existen limitantes en Guatemala”.

El epidemiólogo Erwin Calgua, se refirió a este tema. Foto La Hora

LA INCIDENCIA DEL TIEMPO EN LA PREVENCIÓN DE CONTAGIOS

Las pruebas de Guatemala para detectar las variantes presentes en la región se han enviado a Panamá y Costa Rica, pero los resultados se han obtenido semanas después de los tamizajes. En ese sentido, el experto planteó que si Guatemala tuviera la capacidad necesaria para concretar estos estudios quizá la prevención de los contagios sería óptima.

La premisa anterior fue equiparada con la experiencia de Sudáfrica, en donde el gobierno invirtió en infraestructura y recurso humano luego de los brotes de la variante Beta del coronavirus. “Fue a tal punto que ellos a semanas de lo que vieron clínicamente con algunos pacientes lograron hacer la identificación de la secuenciación y de buena calidad, porque son buenos laboratorios con buena credibilidad”, agregó.

 

En simples palabras, el experto concluyó que la elaboración de estos estudios a nivel local permitiría una actuación más inmediata frente a la pandemia e incluso se lograría prevenir un rebrote de casos como sucedió con la variante Delta.

“Necesitamos que se fortalezca esto porque tendría información más pronta, especialmente con una variante que ha pasado tanto tiempo como Delta. Con esa empezamos a hablar en junio y la confirmación fue en agosto. Por clínica supimos, pero ya eran varios meses que llevábamos lidiando con eso”, describió.

LA INVERSIÓN EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA ES NECESARIA

“Hay buenas personas técnicas que podrían hacerlo, pero necesitan financiamiento y hasta un espacio”, puntualizó Calgua. Respecto a ello propuso que el Gobierno de Guatemala debería invertir más en la capacitación y desarrollo tecnológico del país:

“Que nosotros deberíamos tener esa capacidad, sí, pero es aquí donde creo que se debería invertir más en la Secretaría de Ciencia y Tecnología (Senacyt), aquí en Guatemala que debería estar haciendo avanzar esa parte de ciencia y tecnología tan importante para los sistemas de salud en Guatemala. Es una de las ramas en las que podría estar enfocada en apoyar, porque eso ayudaría a que fuera información más pronta para el país”.

Asimismo, la inversión debe destinarse a mejores equipos tecnológicos y espacios, pues consideró que el Laboratorio Nacional de Salud es limitado en espacio; y el recurso, aunque es costoso, “vale la pena”. El Congreso de la República aprobó un presupuesto para la Senacyt de Q30,003,950 para el ejercicio fiscal 2022, monto inferior al de 13 secretarías.

Según el documento, de este presupuesto se asignaron Q27,747,750 al desarrollo humano.

Por otro lado, enfatizó que con la nueva variante ómicron sería pertinente contar con la capacidad necesaria para detectar las variantes, más aún en viajeros que ingresan a Guatemala. “Si se pudiera atender eso en Guatemala, sería fabuloso”, sostuvo.

 

Las pruebas para detectar ómicron fueron enviadas a Costa Rica. Foto ilustrativa/AFP
Jeanelly Vásquez
Periodista profesional de la USAC, actualmente cursando la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación. Becaria en International Women’s Media Foundation (IWMF). Elabora piezas de investigación y profundidad, enfocadas en el gasto público, derechos humanos y la política guatemalteca. Tiene experiencia en producción de podcast y contenido en redes sociales; ha cubierto la fuente volante y el Organismo Ejecutivo. Twitter: @jeanellydvg
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