En esta imagen de archivo, estudiantes asisten a una conferencia especial en India. Foto La Hora/Diptendu DUTTA/AFP.

Los prolongados cierres de las escuelas han costado a los estudiantes billones de dólares en los ingresos de toda una vida, dijeron este lunes el Banco Mundial y agencias de la ONU, advirtiendo que la crisis ha empeorado respecto a lo previsto el año pasado.

El BM, junto a Unicef y la Unesco, dijeron en un informe que la generación actual de estudiantes se arriesga a perder 17 billones de dólares en ingresos durante sus vidas, lo que equivale a cerca del 14% del PIB mundial, debido a las interrupciones de clases por la pandemia del covid-19.

Esa estimación es mayor a otra hecha el año pasado, que preveía un impacto de 10 billones de dólares para los estudiantes de todo el mundo.

 

Una maestra trabaja con niños de una clase escolar durante una lección en su salón de clases en una escuela primaria de Alemania. Foto La Hora/Ina FASSBENDER/AFP.

«La crisis del covid-19 provocó un parón en los sistemas educativos de todo el mundo. Ahora, 21 meses después, las escuelas permanecen cerradas para millones de niños, y otros es posible que nunca regresen a las aulas», dijo Jaime Saavedra, director de Educación del Banco Mundial.

«La pérdida de aprendizaje que muchos niños están experimentando es moralmente inaceptable», añadió.

Pero las interrupciones no han impactado a todos de la misma manera y el informe encontró que los niños más pobres o con discapacidades tienen menos acceso al aprendizaje remoto, mientras que los estudiantes más jóvenes se han visto más afectados en general.

Las niñas, en tanto, han tenido menos posibilidades de pasar a sistemas de aprendizaje remoto, al tiempo que han experimentado una mayor pérdida de clases, añadió el informe.

Mientras que gobiernos de todo el mundo han revelado medidas de estímulo para impulsar sus economías tras las disrupciones por la pandemia, menos del 3% de esos fondos han sido destinados a la educación, y más de 200 millones de estudiantes viven en países que no tienen medios para ofrecer todas las clases de manera remota.

Trabajadores que usan equipo de protección desinfectan sillas en una sala de exámenes en una escuela secundaria en Corea del Sur. Foto La Hora/Dong-a Ilbo / AFP.
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