Guatemala por fin llegó a los 10,070,646 de dosis administradas, según el Tablero COVID-19 del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) al 30 de noviembre, con un registro acumulado de dosis administradas, pero que solo ha permitido inmunizar con esquema completo a más de 4 millones de guatemaltecos.
De acuerdo con las cifras oficiales, ese total equivale apenas a un 32.23% de la población estimada por el Programa Nacional de Vacunación, muy por debajo de al menos el 70% que estima la Organización Mundial de la Salud para alcanzar la inmunidad colectiva.
A la vez, 5 mil 993,236 personas cuentan con la primera dosis, para un 47.38%. Los departamentos de Guatemala, Huehuetenango y El Progreso son los que lideran los porcentajes más altos de población vacunada con primera y segunda dosis.
10,070,646
personas vacunadas
Por otro lado, la vacuna estadounidense Moderna ha sido la más aplicada en el país con un alcance del 42%, AstraZeneca con el 27% y Pfizer con 8%.
En el caso de Sputnik V, a pesar de ser la vacuna a la que el gobierno de Alejandro Giammattei destinó 614.5 millones de quetzales para la adquisición de 8 millones de dosis, únicamente cuenta con un porcentaje de aplicación del 22%.
Además, según un cuadro comparativo elaborado por la organización Diálogos en octubre, Guatemala se posiciona como el país centroamericano con mayor proporción de vacunas donadas.
Al 30 de noviembre, Sputnik y AstraZeneca cuentan con el mismo alcance de administración (19%), Moderna abarca el 11% y Pfizer el 51%, ya que en este momento la fase de vacunación está centrada en la población menor de edad.
Por su parte, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) instaron en su informe de octubre a los gobiernos de la región acelerar los procesos de vacunación, transformar los sistemas de salud y fortalecer la inversión pública.
“En 2020, a raíz de la crisis sanitaria, la región de América Latina y el Caribe experimentó la mayor contracción económica de los últimos 120 años y fue la región que tuvo el peor desempeño entre todas las regiones en desarrollo”, enfatizaron en el informe.
Bajo este contexto, la situación de Guatemala y el resto de Latinoamérica y el Caribe se agudiza más cada vez, en especial con la incertidumbre de que se detecten nuevas variantes de COVID-19.