Antes de que arrancase el festival Corona Capital, se notaba que había menos gente que de costumbre y habían cancelado St. Vincent y The Kooks, pero la emoción era alta. La gente estaba feliz de volver a escuchar música en vivo y con expectativas por el concierto de Tame Impala.
Arropadas con la bandera colombiana, las amigas Ivone y Johana Sandoval venían desde Bogotá a su primer Corona Capital, especialmente para ver a la banda australiana, a la rockera estadounidense LP, así como a los australianos de Rüfüs Du Sol y los estadounidenses de Twenty One Pilots, que se presentarían el domingo en el segundo día del espectáculo.
«Esto fue una compra de último minuto», afirmó Ivone, una tesorera de 33 años.
«Y está saliendo increíble», dijo Johana, emprendedora de 33 años.
El festival no se había celebrado en 2020 por el coronavirus y era el primero masivo en la Ciudad de México desde el cierre por la pandemia.
«Creo que todo ha sido muy seguro, el flujo de gente también es todo bastante funcional», dijo Lisbeth Aldana, estudiante de medicina, de 22 años de edad. «No he visto problemas de quitar el cubrebocas o de gente que no respete las normas sanitarias… espero que después de eso no se vuelva a cerrar porque necesitamos volver a la normalidad».
A los asistentes del festival, que en su primer día reunió a 59.500 personas con saldo blanco, según cifras de los organizadores, les pedían un comprobante de vacunación o prueba negativa para poder ingresar al festival. También se les medía la temperatura y proporcionaba gel antibacterial. El uso de cubrebocas era requerido durante el festival, a excepción de los momentos en los que la gente comía y bebía. Al comienzo la mayoría de la gente cumplió con el requisito de cubrebocas, como el estudiante de diseño industrial José Antonio Cross, de 22 años, quien iba a ver especialmente a Faye Webster.
«Obviamente, igual que en el cine, mientras consumas está bien pero ya después te lo pones», dijo.
No muy lejos de ahí, tomándose fotos junto a una rueda de la fortuna, estaba Marcelo Trejo, estudiante de administración, de 22 años.
«Toqué fondo muchas veces, pero renací», dijo sobre cómo pasó la cuarentena sin ir a conciertos. «Creo que siempre hay contagios, pero siento que pedir la prueba (negativa), es más seguro… Siento que hay más control en ese sentido, si me muero que sea escuchando a mi banda favorita».
La enfermera Pamela Cruz Vargas, de 22, estaba en su primer Corona Capital, y aunque decía que se sentía un poco insegura por ser una nueva experiencia, iba para ver a Tame Impala protegida con un cubrebocas KN95.
«Ya necesitábamos salir, de todo el estrés que teníamos tanto como personal de salud como ciudadanos, sí teníamos bastante estrés hacía falta», dijo Cruz Vargas.
Su acompañante, el médico Diego Armando González, de 32, estaba más tranquilo.
«Hay más medidas de seguridad aquí que en los mercados», dijo. «Y por lo menos la gente se ve un poco más responsable aquí, ahorita».
Uno de los primeros artistas en encantar al público en el escenario principal fue el neoyorkino Elliot Moss, que con su música pausada y evocadora logró un momento íntimo en su debut en México.
«¡Son increíbles!», dijo Moss. «Habíamos estado esperando por esto».
Moss presentó su nueva canción «Magic», así como música de su más reciente álbum «A Change in Diet» y su éxito «Slip», canción que forma parte de la banda sonora de la serie de Netflix «Elite».
Alguien que regresó al festival era el artista plástico Robert Bose, alias «Balloon Guy», quien desde hace seis ediciones del festival hace su instalación de globos atados en un resistente hilo con luces que crea con el viento enormes arcos sobre el público. Este año montó dos cadenas de globos de color verde.
«Cada año tratamos de hacer lo mismo, pero cada año es diferente por el viento», dijo Ross quien reside en Jersey City y comenzó a presentar la instalación en otras partes del mundo en 2006. «Teníamos tantos colores para elegir, pensé que el verde funcionaría bien hoy con el cielo y las luces que son muy brillantes».
Ross se dijo muy emocionado de regresar al festival pues no sabía si iba a suceder este año.
«Siempre que vengo al Corona Capital es el festival más increíble», dijo. «Están yendo más allá con la seguridad, todos los miembros de nuestro equipo tuvieron que hacerse pruebas hoy y ayer, con resultados negativos; es la primera vez que hago un festival en el que debo tener resultados negativos, generalmente sólo necesitas vacunas», agregó sobre su experiencia como presentador.
Precisamente una de las artistas principales, St. Vincent, canceló días antes porque un importante miembro de su equipo dio positivo a días de su presentación. Otra de las bandas, The Kooks anunció su cancelación el viernes por el nacimiento de Julian, el hijo primogénito de su vocalista Luke Pritchard, que nació prematuramente.
«Yo y El esperábamos nuestro hijo para el próximo mes, pero comenzó una labor de parto prematura y fue llevada de emergencia al hospital así que tomé la decisión de venir a casa», tuiteó Pritchard en la cuenta de la banda el sábado con una foto del bebé entre sus brazos. «Gracias por ser tan comprensivos».
El tropiezo final en los horarios llegó con la cancelación de Disclosure anunciada ya iniciado el festival.
«Lamento mucho que tener que cancelar hoy en la noche México», tuiteó el sábado el dúo de DJs británicos integrado por Howard y Guy Lawrence sin especificar a nombre de cuál de los dos. «Estoy en cama con oxígeno con una infección estomacal muy seria. No es nada lindo. Intenté todo lo que pude para que sucediera hoy en la noche pero estoy tan enfermo. Amamos a México tanto y esto ¡APESTA!».
La rockera neoyorkina LP recorrió su horario para cubrir el hueco que dejó Disclosure y logró la meta de mantener al público encantado con su poderosa presentación, una de las más celebradas haciendo incluso llorar a algunas asistentes. LP se ganó al público con rendiciones de sus éxitos «Lost on You» y «When We’re High».
«Los extrañé tanto», dijo LP, cuyo nombre completo es Laura Pergolizzi. «Muchas gracias por venir. Lamento que Disclosure no tocó, espero que estén bien, y mi amigo Luke de The Kooks tuvo un bebé, tuvo que irse a casa porque su hijo nació antes, ¡por Dios! Qué noche tan, loca, loca. Muchas gracias, los quiero tanto, lo aprecio muchísimo y ustedes podrían estar en cualquier otra parte ¡pero están aquí! Muchas gracias mis amores».
Cheap Trick, All Time Low y Dayglow fueron otras de las bandas que hicieron bailar al público. Pero el gran momento llegó cuando Kevin Parker de Tame Impala subió al escenario para repartir «rushium», una supuesta sustancia musical para cambiar la percepción del tiempo del público, según dijo un anuncio por video previo al concierto. Tame Impala presentó por fin en vivo las canciones de su álbum «The Slow Rush». Originalmente la banda iba a presentar el álbum en concierto en México en marzo de 2020 pero se canceló por el cierre por la pandemia.
«Muchas, muchas gracias Ciudad de México», señaló el vocalista Kevin Parker antes de cantar «Breathe Deeper». «Es muy lindo estar de regreso aquí, lo logramos, lo logramos por fin».