Decenas de miles de personas protestaron el domingo en Bruselas en contra de las medidas que el gobierno impuso para enfrentar el reciente repunte de casos de COVID-19.
La policía calculó que unas 35.000 personas participaron. Muchos de los manifestantes estaban también en contra de las recomendaciones de vacunarse, o de cualquier orden de ponerse las inoculaciones.
Los manifestantes marcharon detrás de un enorme cartel que decía “Juntos por la Libertad”. Otros gritaban “¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!” o cantaban el himno antifascista “Bella Ciao”.
Entre la multitud había desde estandartes ultraderechistas hasta banderas arcoiris de la comunidad LGBT.
Muchos de los participantes ya habían partido hacia sus casas cuando la protesta degeneró en violencia: cientos de manifestantes apedrearon a policías, golpearon automóviles y prendieron fuego a recipientes de basura. La policía respondió con gas lacrimógeno y cañones lanzaaguas.
“Tenemos heridos pero en estos momentos no sé decir cuántos», indicó la vocera policial Ilse Vande Keere. Tampoco quedaba claro cuántas personas fueron detenidas.
Algunos lanzaron bombas de humo o fuegos artificiales, antes de que el primer grupo llegó al lugar frente a la sede de la Unión Europea.
En los últimos días han proliferado en varias partes de Europa las marchas contra las más recientes restricciones aplicadas para evitar el contagio de la enfermedad.
La policía holandesa arrestó a más de 30 personas en protestas en La Haya y otras ciudades de Holanda el sábado, tras una peor ola de violencia la noche previa.