El embajador de Nicaragua ante la Organización de los Estados Americanos pidió el miércoles que los Estados miembros de la organización dejen de entrometerse con la soberanía de su país tras las críticas que éste recibió por las elecciones presidenciales del domingo.
“Votamos libres, libres de presiones, libres de chantajes”, dijo el embajador Arturo McFields durante una reunión virtual previa al inicio, el mismo miércoles por la tarde, de la 51 Asamblea General de la OEA.
En los comicios se reeligió por tercera vez consecutiva Daniel Ortega y fueron criticados por la falta de oposición real y el encarcelamiento de siete aspirantes a la presidencia.
Durante una reunión de la OEA con sus observadores permanentes, países como España, Alemania mencionaron su “preocupación” ante la situación política de Nicaragua, describiendo las elecciones como un paso hacia atrás en los avances democráticos al no haber cumplido con estándares mínimos de elecciones justas y libres.
Por su parte, McFields criticó los “planteamientos neocolonialistas e intervencionistas” de otros países. «Queremos reiterar que en Nicaragua votan los nicaragüenses y eso merece respeto.», dijo el embajador.
Estados Unidos aseguró el martes que Nicaragua ha dejado de ser una democracia y es ahora una dictadura, en la aseveración más fuerte que ha hecho hasta este momento el gobierno del presidente Joe Biden para referirse a la administración de Ortega.
La OEA arrancará el miércoles su 51 Asamblea General de forma virtual, con Guatemala como país anfitrión. El foro, en el que participarán delegaciones de más de 30 países, se extenderá hasta el viernes bajo el lema “Por una América renovada».
Durante una rueda de prensa el miércoles, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, dijo que «serán los países los que decidirán el nivel de la aplicación de la Carta Democrática” si durante la Asamblea se toma la decisión de invocar el artículo 21 de esa carta que dice que el organismo puede considerar la suspensión a un Estado miembro. El artículo 20 de la carta dice que en caso de grave “alteración” de la democracia se faculta al secretario general o cualquier país miembro a convocar inmediatamente un Consejo Permanente para evaluar la situación.
“Queda trabajo por delante. Los países están a cargo de esta discusión política. Los elementos han sido puestos ya a su consideración por parte de la Secretaría General”, dijo Almagro.
El informe de 17 páginas de la Secretaría plantea «la anulación de las elecciones del domingo 7 de noviembre y hacer un llamado a la celebración de un nuevo proceso electoral con garantías, observación electoral y verdadera competencia electoral”.
Biden, en tanto, convirtió en ley con su firma el miércoles la normativa conocida como RENACER, que impone sanciones al gobierno de Ortega, restringe el acceso de financiamiento de bancos multilaterales y busca poner fin a la corrupción en Nicaragua. La ley, junto a otras sanciones y medidas conjuntas con la comunidad internacional, son parte de las herramientas con las que Estados Unidos busca poner un freno al gobierno de Ortega.
En tanto, en Managua, el tribunal electoral divulgó el tercer recuento oficial con el 100% de las juntas receptoras de votos escrutadas y le dio a Ortega el 75,87% de los sufragios. En segundo lugar ubicó al Partido Liberal Constitucionalista de derecha con 14,33% y en tercer puesto al Partido Camino Cristiano con apenas el 3,26%. Según el informe oficial la participación en las elecciones fue del 65,26%, cifra que contrasta con las del observatorio independiente Urnas Abiertas, que calculó la abstención en más del 80% de los 4,4 millones de nicaragüenses habilitados para sufragar.
En la reunión del miércoles de la OEA, el representante permanente alterno de Nicaragua ante la organización, Michael René Campbell, pidió que se fortalezcan “la amistad, unidad y respeto” que unen a los países de Latinoamérica. “Asistimos a esta reunión y a la sesión alegres y satisfechos después de ratificar la vocación de paz que constituye la aspiración más hermosa de nuestro pueblo,” dijo Campbell.
En una carta hecha pública el miércoles, 40 exministros de Relaciones Exteriores latinoamericanos dijeron que si Nicaragua no acepta realizar nuevas elecciones libres y transparentes y liberar a todos los presos políticos, la Asamblea General de la OEA debería convocar a un período extraordinario de sesiones para aprobar la suspensión de Nicaragua del organismo.
“Si los países miembros de la OEA no condenan y actúan en concordancia con los principios previstos en la Carta Democrática Interamericana, corremos el peligro de desvalorizar el significado pleno de la democracia y de los derechos humanos como valores imprescindibles de nuestros pueblos y del Sistema Interamericano ante la emergencia de gobiernos totalitarios,” dijeron excancilleres como el argentino Jorge Faurie o el mexicano Jorge Castañeda.
La falta de acceso a vacunas para el COVID-19 y la migración fueron otros de los temas de los que se habló el miércoles en la OEA. Almagro dijo que el continente enfrenta una “enorme crisis migratoria” y que todas las migraciones de la región “deben ser atendidas con urgencia”.