Una tormenta al principio de la temporada cubrió de nieve buena parte del norte de China, incluida la capital, Beijing, y provocó cortes en autopistas, además de retrasos y cancelaciones de vuelos y trenes.
Las temperaturas bajaron de cero grados Celsius (32 Fahrenheit) mientras un frente frío pasaba de oeste a este. Beijing, la cercana ciudad de Tianjin y el nordeste de China sufrían el domingo viento y una nevada continuada, después de que la ventisca afectara el día anterior a zonas de Mongolia Interior y otras regiones occidentales.
El Centro Meteorológico Nacional había emitido una alerta naranja por tormentas de nieve, el segundo nivel más alto de la escala de cuatro colores en China. Se esperaba que en algunas zonas acumularan más de 30 centímetros (11 pulgadas) de nieve.
Beijing se vio especialmente afectada el domingo por la mañana. Varios tramos de autopista cerraron, más de 160 rutas de autobús quedaron suspendidas y los vuelos en los dos principales aeropuertos se redujeron, según medios estatales. Los trenes de alta velocidad a Tianjin y Shanghái se vieron cancelados o retrasados. El cielo se despejó en la capital china por la tarde conforme la tormenta seguía avanzando hacia el este.
La nieve fue bien recibida en los recintos de esquí para los Juegos Olímpicos de Beijing, que se celebrarán en febrero el año que viene. Beijing suele tener un clima seco y se espera que la mayoría de la nieve para las competiciones sea artificial.
La ciudad también dijo que no se retiraría la nieve de los vecindarios con casos de COVID-19, según medios estatales. No se aclaró por qué, pero China ha tomado medidas inusualmente duras dentro de su estrategia de tolerancia cero para frenar la expansión del virus.
El sábado se cancelaron vuelos en el aeropuerto de Hohhot, la capital de la región china de Mongolia Interior, indicó la Agencia de Noticias Xinhua. Algunas carreteras rápidas cerraron en la provincia de Hebei, que rodea a Beijing, y más al oeste en la provincia de Shanxi, dijo Xinhua.