Los estudiantes que participaron en un cribado universal de la depresión en la escuela tenían el doble de probabilidades de comenzar el tratamiento en comparación con sus compañeros que no recibieron este cribado, según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Penn State, en Estados Unidos, y publicado en la revista ‘JAMA Network Open’.
La doctora Deepa Sekhar, profesora asociada de pediatría, que actuó como investigadora principal, explica que el estudio proporciona importantes conocimientos sobre cómo abordar la depresión en los jóvenes. El siguiente paso será buscar formas de derribar las barreras para que los distritos escolares interesados en implementar el cribado de la depresión puedan hacerlo eficazmente.
«Nuestro estudio se publica en un momento en el que más adolescentes reportan síntomas de depresión -señala Sekhar, pediatra del Hospital Infantil de Penn State Health y director ejecutivo de Penn State PRO Wellness-. De 2008 a 2018, las cifras aumentaron en más del 70%, del 8,3% al 14,4%. Durante la pandemia, la preocupación por el aumento de la depresión de los estudiantes ha sido generalizada. Los suicidios, que a menudo se asocian con las condiciones de salud mental, son ahora la segunda causa de muerte de los adolescentes».
La Penn State PRO Wellness, que dirigió el esfuerzo de investigación, lleva a cabo una variedad de programas educativos y estudios de investigación comprometidos con la comunidad. En este sentido, Sekhar hace hincapié en la gran necesidad de realizar pruebas de detección, dada la creciente incidencia de necesidades de salud mental no satisfechas entre los estudiantes. «Esta investigación demuestra que tenemos mejores formas de llegar a los estudiantes», resalta.
Dado que la mayoría de los niños y adolescentes están matriculados en la enseñanza pública, el cribado en las escuelas puede ser un enfoque más eficaz para identificar los síntomas y tratar la depresión, añade Sekhar. Depender únicamente de los médicos y otros profesionales de la medicina para detectar la depresión no es suficiente.
Aunque el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos recomienda el cribado universal de la depresión para los jóvenes de 12 a 18 años en la atención primaria, menos de la mitad de los adolescentes estadounidenses se someten a revisiones médicas periódicas y aún menos se someten a ellas. En la actualidad, las escuelas de muchos países realizan exámenes de visión y audición para identificar las barreras que impiden el éxito académico de los estudiantes, pero Sekhar recuerda que la depresión también puede afectar al éxito académico.
El estudio de tres años de duración es único con respecto a otros anteriores sobre la depresión de los estudiantes debido a su gran tamaño. Participaron más de 12.000 estudiantes de 9º a 12º grado, de 14 institutos públicos de Pensilvania. Otro elemento distintivo fue que los estudiantes eran predominantemente de minorías, de distritos urbanos y rurales, y muchos procedían de entornos socioeconómicos bajos.
En cada uno de los centros, los alumnos de dos de los cuatro cursos de secundaria fueron asignados al azar para ser examinados en busca de síntomas depresivos mediante un cuestionario establecido. Los alumnos de los demás cursos siguieron el curso escolar como de costumbre, recibiendo un cribado y apoyo a través del Programa de Asistencia al Estudiante de Pensilvania, obligatorio por el estado, sólo si se les señalaba por un comportamiento preocupante.
Los investigadores descubrieron que el cribado escolar universal de los síntomas depresivos aumentaba tanto la identificación como el inicio del tratamiento de la depresión en los adolescentes. El estudio también encontró una mayor identificación de los síntomas depresivos entre las mujeres y los estudiantes de las minorías, aunque estos grupos no tuvieron un inicio de tratamiento significativamente mayor. En general, los estudiantes que recibieron el cribado universal tenían el doble de probabilidades de iniciar el tratamiento.
«Al ver los resultados -explica Sekhar- queremos centrarnos en lo que los distritos escolares, a nivel nacional, necesitan para implementar un programa de cribado universal. Sabemos que el apoyo de los administradores será clave, junto con políticas y procedimientos claros para el cribado y el seguimiento. También es importante recalcar a las escuelas y a las familias que el cribado simplemente identifica los síntomas, y no diagnostica la depresión ni ninguna otra condición de salud mental».
Los investigadores trabajaron con las partes interesadas, que incluían a los padres, los estudiantes, el personal de la escuela y el Programa de Asistencia al Estudiante. Sekhar resalta que los distritos escolares se mostraron entusiasmados y muy serviciales durante la investigación. La participación de las escuelas se escalonó a lo largo de los años académicos 2018-19 y 2019-20.