La policía y los fiscales del sur de Polonia están investigando unos grafitis en inglés y alemán que aparecieron en varios inmuebles del Museo Auschwitz-Birkenau, el sitio del antiguo campo de exterminio nazi.
Un guardia de seguridad encontró grafitis el martes en nueve barracones de madera en un área donde no hay circuito cerrado de televisión, informó la policía. Agregó que busca a la persona o personas responsables de vandalizar un objeto histórico, un delito que conlleva una pena de hasta ocho años de prisión.
Los expertos judiciales determinarán si el contenido del grafiti es antisemita, precisó Malgorzata Jurecka, portavoz de la policía en la ciudad de Oswiecim. Si concluyen que lo es, los perpetradores también podrían enfrentar cargos por delitos de odio punibles con hasta tres años de prisión.
Los funcionarios del museo caracterizaron algunos de los grafitis como antisemitas y con frases repetidas utilizadas por los negadores del Holocausto. Han pedido ayuda a los testigos en la investigación.
Las autoridades del museo y del memorial del Holocausto Yad Vashem de Israel condenaron el vandalismo como una afrenta a la memoria de los 1,1 millones de personas que se cree que murieron en Auschwitz-Birkenau, que los alemanes nazis operaron en la Polonia ocupada durante 1940-1945.
Las personas ejecutadas en Auschwitz-Birkenau eran en su mayoría judíos europeos, pero también hubo polacos, gitanos, prisioneros de guerra soviéticos y otros, quienes murieron en las cámaras de gas o de hambre, enfermedades y trabajos forzados.
El sitio se convirtió en un museo y un monumento poco después de que terminara la Segunda Guerra Mundial. En 2019, antes de la pandemia de coronavirus, recibió más de 2 millones de visitantes.
«Este incidente, en un lugar tan importante y significativo de las atrocidades del Holocausto, constituye un ataque no solo a la memoria de las víctimas, sino también a los sobrevivientes y a cualquier persona con conciencia», afirmó el presidente de Yad Vashem, Dani Dayan, en una declaración hoy.