Por Jorge Santos
Recuerdo haber conocido a Bernardo Caal como dirigente magisterial que luchaba por la dignificación de las condiciones laborales de los y las maestras del sector público y lo hacía también para que la educación fuera un derecho humano garantizado para la niñez guatemalteca. Recuerdo también que lideraba uno de los grupos que pretendía limpiar los sindicatos que componían la Asamblea Nacional Magisterial y sacar de una vez por otras las prácticas clientelares y corruptas que se habían enraizado.
Años más tarde me encontré de nuevo con el maestro, quien consiente de su realidad, luchaba junto a las comunidades, porque no fuera desviado el Río Cahabón y con ello se instalara una hidroeléctrica sobre el mismo. Su lucha está íntimamente vinculada a la defensa de la vida, del agua para todas las personas y a favor de un ambiente sano. Esta forma de ser y de pensarse a sí mismo, como una persona que está al servicio de sus comunidades, ya bien sea desde la noble labor de formación de la niñez o ya bien sea desde la resistencia pacífica, hace de Bernardo Caal un defensor de derechos humanos, que por su labor ha sufrido en carne propia, una serie de vejámenes, en particular la pérdida de la libertad.
Hoy Bernardo Caal lleva 3 años 6 meses detenido injustamente. Las causas de su reclusión en Cobán, Alta Verapaz, no son más que el resultado de defender la posibilidad de que las y los niños de este país sean educados en condiciones de dignidad y que los ríos de nuestra geografía sean para el beneficio de toda la población y no para llenar los bolsillos de una pequeña élite depredadora que saquea nuestros recursos naturales, a costa del deterioro ambiental y el dolor de los Pueblos.
Luego de más de 1,300 días en prisión, Bernardo Caal representa para los Pueblos y para las comunidades que defienden derechos humanos un ejemplo de lucha, de resistencia y de dignidad. Representa también la lucha que desde las resistencias pacíficas de los Pueblos Indígenas se ha levantado para defender sus territorios de nuevos procesos de expropiación de sus tierras y sus recursos, de nuevos procesos de desplazamiento y sin lugar a equivocarme es hoy un referente de dignidad.
Quienes le mantienen en prisión, no son más que aquellos actores que desde una posición de poder son portadores de males como la muerte, la corrupción, la violencia y la impunidad, son aquellos y aquellas que, desde la Presidencia de equipos de fútbol de fama mundial como el Real Madrid, hasta el juez que beneficiando a las élites económicas locales, pretenden detener el avance de los Pueblos a favor de la búsqueda de sus propios modelos de desarrollo.
Es por todo ello, que juntos y juntas, las comunidades de Cahabón, otras resistencias pacíficas en el país, académicos, movimientos sociales y populares, defensores y defensoras de derechos humanos y a nivel internacional, exigimos la pronta liberación del maestro Bernardo Caal Xol.