El cineasta James DeMonaco recuerda el día en que «Rocky III» llegó a los cines como si fuera ayer. En Staten Island, Nueva York, en 1982, fue todo un acontecimiento.
Esperó cuatro horas en la fila para conseguir boletos y la vio dos veces el mismo día. Los niños de su escuela llevaban el póster como un trofeo. Incluso hubo peleas en el cine y disputas entre los «tipos duros» y los «nerds» sobre quién podía amar al personaje. Son estos recuerdos los que inspiraron «This is the Night», que sigue a una familia de Staten Island el día del estreno de la película.
DeMonaco escribió y dirigió «This is the Night», recientemente disponible en video a la carta (on demand), protagonizada por Naomi Watts y Frank Grillo como los padres de dos adolescentes. Todos tienen sus propias crisis que navegar, aparta de conseguir entradas para la película. El restaurante del padre está pasando apuros y es posible que tenga que apoyarse en un mafioso (Bobby Cannavale) para salvarlo. El hermano menor Tony (Lucius Hoyos) está tratando de impresionar a una chica y llegar a tiempo a su fiesta. Y el mayor, Christian (Jonah Hauer-King), está teniendo una revelación sobre su identidad, con el suave aliento de su madre.
Es un gran cambio para DeMonaco, más conocido como el creador de «The Purge» («La noche de la expiación»). En parte por accidente, estuvo casi una década metido en ese mundo luego que la primera cinta pasara de ser algo que nadie financiaría («demasiado antiamericano», solía escuchar) al éxito inicial de una franquicia que recaudó más de 90 millones de dólares con un presupuesto de 3 millones.
Pero «This is the Night» es algo que se estuvo gestando durante años y, con el apoyo de sus amigos de Blumhouse, decidió que finalmente era el momento adecuado.
«Fue mi manera de devolver mi amor por el cine que me salvó», dijo DeMonaco. «Siempre digo que es como si mi religión en la vida hubiera sido el cine… Era la forma en que aprendíamos sobre el mundo más allá de Staten Island».
Se esforzó por capturar ese sentimiento inefable de «la experiencia cinematográfica» en su película. Es por eso que pidió cuatro días completos de rodaje dentro de una sala de cine. Quería que fuera grandioso y operístico.
«Es un momento convincente para analizar el significado cultural de la ida al cine y recordar por qué es tan importante para nuestra sociedad», dijo el productor Jason Blum.
Y, sin embargo, la película de DeMonaco nunca muestra «Rocky III», algo que todos debatieron, desde los productores hasta el propio Sylvester Stallone. El director lo intentó a su manera, pero simplemente no funcionó. Además, dijo, «no se trata sólo de ‘Rocky III'».
«Espero que se trate más de cualquier película que haya inspirado a alguien», dijo. «Se trata del cine como tema universal».
Aun así, fue una emoción especial para un italoamericano, que recuerda haber hecho un álbum de recortes sobre Rocky con su hermana, mostrarle su película a Stallone.
«De una manera extraña, necesitaba que le gustara. Dije, ‘creo que tenemos que mostrarle la película’. Sería extraño si sólo se enterara. Él quiso verla solo, lo cual entiendo totalmente, porque podría haberla odiado», contó DeMonaco. «Pero me enteré por alguien que trabajó con él que en la proyección se puso de pie y se puso a boxear con la película».
Después, Stallone invitó a DeMonaco a su casa y hablaron durante varias horas.
«Le encanta ese personaje. Sabe que ese personaje construyó su carrera y le encanta ver que a otras personas les encanta de la misma manera que él ama a Rocky… De hecho dijo, ‘Sí, sé que les gustó mucho a los habitantes de Staten Island'», dijo DeMonaco. «Pasar ese día con él fue realmente maravilloso, un sueño hecho realidad. Todos mis amigos de Staten Island están celosos de eso más que de cualquier otra cosa que haya hecho».