Una segunda ciudad en el sureste de China registró un incremento en los casos de COVID-19 en un brote impulsado por la variante Delta que comenzó a finales de la semana pasada.
La Comisión Nacional de Salud dijo hoy que se identificaron 59 nuevos casos en las últimas 24 horas, lo que elevó el total de contagios a 102. Todos ellos están en la provincia de Fujian, en la costa este del país.
La ciudad portuaria de Xiamen confirmó 33 casos en los dos últimos días, y había otros 59 en Putian, una ciudad a unos 150 kilómetros (90 millas) al norte, donde se detectó el brote.
Xiamen impuso un confinamiento en los vecindarios afectados, cerró locales de entretenimiento y gimnasios y canceló actividades en grupo incluyendo el próximo festival de otoño. El servicio de autobuses de larga distancia a otras partes de la región quedó suspendido.
China ha frenado en su mayoría la propagación del COVID-19 pero registra brotes esporádicos. En julio y agosto, la variante Delta afectó a varias provincias, elevando la preocupación sobre variantes nuevas y más contagiosas.