El crecimiento económico de China se ralentizará este año debido a las inundaciones que azotaron recientemente a la nación y a los controles implementados para frenar la propagación del coronavirus, informó un funcionario, luego de que las ventas al consumidor y otras actividades se debilitaran en julio.
La economía de China sigue en una «tendencia de recuperación» tras la desaceleración inducida por la pandemia del año pasado, pero es probable que se debilite tras un primer semestre relativamente fuerte, dijo Fu Linghui, portavoz de la Oficina Nacional de Estadísticas.
«Este año la principal tendencia de crecimiento económico será ‘baja después de alta'», señaló Fu en una conferencia de prensa.
Fu no dio ninguna previsión de crecimiento. Los pronósticos del sector privado señalan que la segunda economía más grande del mundo debería alcanzar sin problemas un crecimiento del 8% sobre el disminuido nivel del año pasado.
El crecimiento de las ventas al por menor registrado en julio se atenuó a 8.5% respecto al año pasado, menos de la previsión del 10.9% y una disminución en comparación con el 12.1% del mes anterior. La producción industrial creció 6.4%, menos de la previsión de 7.9%.
«El impulso del crecimiento se debilitó bruscamente», comentó Louis Kuijs, de la empresa Oxford Economics, en un reporte.
La economía se vio afectada por unas fuertes e inusuales inundaciones que azotaron el centro de China en julio, provocando más de 300 muertes en la provincia de Henan. Más inundaciones golpearon a la provincia de Hubei, en el sur del país, dejando a 21 personas sin vida.
En tanto, las autoridades han vuelto a implementar unas restricciones de viaje y de negocios para combatir los brotes de la contagiosa variante delta del coronavirus. Algunos vuelos y viajes en tren han sido cancelados, se han cortado la mayoría de los accesos a una ciudad de 1.5 millones de habitantes y se han ordenado pruebas masivas del virus en algunas zonas.