Carlos Rolando Yax Medrano
Martín Toc, Presidente de 48 Cantones de Totonicapán, ha trazado el camino a Guatemala: “Hoy, más que nunca, necesitamos la unidad del pueblo”. Cada vez que ha parecido haber avances en beneficio de las guatemaltecas y los guatemaltecos, el establishment se ha arreglado de forma que los avances no tengan lugar. Los sectores tradicionales han demostrado que, aunque tengan diferencias, siempre tienen la capacidad de llegar a acuerdos que les permitan la consecución de sus intereses. Es momento que la oposición asuma ese desafío. De otra forma seguirán habiendo muchos disidentes, pero seguirán estando separados. Y es, por el contrario, la unión la que hace la fuerza.
Las renuncias de funcionarios públicos que en lugar del beneficio común velan por el beneficio particular son, sin lugar a dudas, necesarias y el primer paso en el camino. Sin embargo, hay antecedentes de renuncia de un Presidente y una Vicepresidenta y, conformarse con eso, no fue suficiente. La única forma de cambiar el sistema es por medio del ejercicio del poder y al ejercicio del poder solo se accede por medio de elecciones. En todas las Elecciones Generales ha sido necesaria la segunda vuelta para determinar quiénes habrían de ser electos como Presidente y Vicepresidente de la República. En 2015, los dos partidos que recibieron las mayores cantidades de votos en la primera vuelta fueron FCN-Nación con 23.85% del total y la UNE con 19.76% del total; en 2019, los dos partidos que recibieron las mayores cantidades de votos en la primera vuelta fueron la UNE con un 25.53% del total y VAMOS con un 13.96% del total.
En cada proceso electoral participa una cantidad extravagante de partidos políticos, que incluso puede generar confusión en la población. Esa es una de las razones por las cuales el establishment logra arreglarse tan bien para preservarse en el ejercicio del poder. Divide y vencerás. El margen de votos para pasar a segunda vuelta se mantiene relativamente bajo con la existencia de más partidos políticos de cartón. Si en lugar de participar individualmente, un partido político con trayectoria que haya logrado el 3% del total de votos se uniera con otro partido político con trayectoria que haya logrado el 5% del total de votos y otro partido político con trayectoria que pueda lograr el 10% del total de votos, se superaría sin problemas el margen mínimo. En segunda vuelta, la buena fe y disposición demostrada de trabajar juntos por un futuro mejor, podría significar la victoria en la elección.
En la Ley Electoral se reconoce a los partidos políticos el derecho de coalición, que es la unión temporal de personas o grupos con un interés común. El interés común debiera ser la Presidencia de la República. Así se demostraría al pueblo la capacidad de llegar a acuerdos para el cargo que dirige el poder ejecutivo y que representa la unidad nacional. Las diferencias se pueden resolver en el Congreso de la República que es, por naturaleza, el espacio donde deben tener lugar las discusiones porque ahí se encuentran las más variadas y legítimas creencias.
Las Elecciones Generales 2023 están a la vuelta. Martín Toc, Presidente de 48 Cantones de Totonicapán, ha trazado el camino a Guatemala: “hoy, más que nunca, necesitamos la unidad del pueblo”. El llamado está hecho. ¿Es descabellado pensar en una coalición para la elección Presidencial? Yo me uno al llamado.