Ante un panorama de presiones inflacionarias y un aumento en los casos de coronavirus en Estados Unidos, la Reserva Federal se reunirá esta semana para decidir si debe poner fin a su política de mantener casi en cero las tasas de interés.
Actualmente, la economía estadounidense se está expandiendo a un ritmo acelerado y las contrataciones van en aumento, por lo que los directivos del banco central probablemente tomarán una decisión en breve. Particularmente, tendrán que decidir el método y cronograma bajo el cual cesarán su esquema de comprar bonos por 120,000 billones cada mes, una iniciativa lanzada durante la pandemia para mantener bajas las tasas de interés y estimular el consumo y el crédito.
La reunión tendrá lugar frente al trasfondo de una riesgosa política ingeniada por el presidente del banco, Jerome Powell, de mantener la tasa de interés referencia casi en cero, donde ha estado desde marzo del 2020, hasta que el mercado laboral se recupere totalmente, sin provocar un repunte inflacionario.
Los peligros de dicha estrategia van en aumento: los precios al consumidor aumentaron en 5.4% el mes pasado comparado con ese mismo lapso del año anterior, el mayor incremento en 13 años. Fue el cuarto mes en serie en que los precios subieron, provocando temores de que la inflación mermará el valor de los recientes aumentos salariales y por lo tanto socavará la incipiente recuperación económica.
La preocupación principal es que la Fed responda demasiado tarde y demasiado agresivamente al repunte inflacionario, aumentando las tasas de interés súbitamente y así causando una recesión. La semana pasada, en una interpelación en el Congreso, legisladores republicanos increparon a Powell sobre las presiones inflacionarias, por las que culpan al plan del gobierno de Joe Biden de gastar 1,9 billones de dólares para estimular la economía.
En sus declaraciones, Powell insistió en que la inflación es un fenómeno transitorio provocado por la súbita recuperación económica y la escasez temporal de productos como vehículos, habitaciones de hotel y pasajes aéreos. Sin embargo, dejó más en claro que antes que el banco central no vacilará en aumentar las tasas de interés si ve que la inflación se está descontrolando.
Tras un período de consenso al inicio de la pandemia, los directivos del banco central ahora parecen divididos en torno a cuándo será mejor poner fin a su política de compra de bonos. Varios presidentes de bancos regionales están a favor de hacerlo próximamente, entre ellos James Bullard de la Fed de San Luis, Patrick Harker, de la Fed de Filadelfia y Robert Kaplan, de Dallas.