Mientras esperan un nuevo presidente, los haitianos iniciaron el martes una serie de ceremonias oficiales para honrar al presidente Jovenel Moïse casi dos semanas después de que fuese asesinado en su casa.
Los actos se llevan a cabo mientras el primer ministro designado, Ariel Henry, se prepara para reemplazar al interino, Claude Joseph, quien asumió el gobierno con el respaldo de la policía y el ejército tras el ataque del 7 de julio al domicilio particular de Moïse, quien recibió varios balazos mientras que su esposa resultó gravemente herida.
Moïse murió y su esposa sufrió heridas graves, y si bien las autoridades han arrestado al menos a 26 personas en el caso, sigue sin estar claro quiénes fueron los autores intelectuales del magnicidio.
El jefe de policía Léon Charles anunció cuatro arrestos adicionales el martes, tres de los cuales son agentes de policía que no identificó ni dio a conocer sus grados.
“Hubo infiltración en la policía”, dijo.
Las autoridades dijeron previamente que habían detenido y aislado —pero no arrestado formalmente— a varios altos oficiales de la policía al tratar de determinar cómo los autores del ataque pudieron llegar hasta el presidente sin que sus guardias resultaran heridos.
Henry, neurocirujano y ex ministro, cuya juramentación está prevista para las horas de la tarde, ha prometido presidir un gobierno provisional de consenso hasta que se realicen elecciones.
“Necesitamos esta unidad para enfrentar los muchos retos que nos asedian”, dijo Henry. “Algunos han observado los últimos acontecimientos con gran estupor, otros se preguntan con razón cómo será el manejo del país”.
Henry dijo que se ha reunido con varios actores no identificados, además de con miembros de la sociedad civil y del sector privado. “Tengo la intención de continuar y profundizar en esas discusiones, porque es la única forma de unir a la familia haitiana”, declaró.
El gobierno ha dado a conocer los integrantes del gabinete. Los ministros de justicia, economía, hacienda, agricultura y otros conservarán sus puestos.
El ministro haitiano de Elecciones, Mathias Pierre, dijo a The Associated Press el lunes que Joseph renunciaría y dejaría el puesto en manos de Henry, quien había sido designado por Moïse poco antes de su asesinato pero aún no había asumido el cargo.
El cambio político se produjo después de que un grupo de destacados diplomáticos internacionales pidieron a Henry que crease “un gobierno por consenso e inclusivo” en un comunicado emitido el sábado que no hacía referencia a Joseph. El llamado Core Group está compuesto por embajadores de Alemania, Brasil, Canadá, España, Estados Unidos, Francia y la Unión Europea, así como por representantes de Naciones Unidas y de la Organización de los Estados Americanos.
La principal coalición opositora, llamada Sector Democrático y popular, llamó a Henry títere de la comunidad internacional y rechazó su nombramiento.
“Este paso es una provocación política que echará leña al fuego y agravará la crisis del país”, dijo.
Robert Fatton, experto en política haitiana de la Universidad de Virginia, dijo que la marcha de Joseph era previsible.
“El destino de Joseph se selló durante el fin de semana», afirmó. “Todo lo que pasa en Haití tiene un poderoso componente externo».
El mismo día que el Core Group emitió su comunicado, la primera dama Martine Moïse regresó a Haití para sorpresa de muchos. Se estaba recuperando de sus heridas en un hospital en Miami. El lunes, su oficina emitió un comunicado en el que agradeció a los haitianos por su apoyo.
“Su apoyo moral le da a la familia presidencial el valor para superar esta gran prueba y le ayuda a trascender estos momentos de dolor indescriptible”, dijo.
La ONU dijo el lunes que Joseph y Henry lograron avances significativos en la última semana para poner fin al bloqueo y que apoya un diálogo para encontrar “un mínimo de consenso” para la celebración de elecciones presidenciales y legislativas imparciales.