El Día de la Bastilla ha regresado, de alguna manera. Francia festejó hoy su día nacional con un desfile de miles de soldados, el sobrevuelo estruendoso de aviones de guerra y fiestas tradicionales en todo el país después de un año de pandemia que obligó a reducir las celebraciones de 2020.
Dos caballos tropezaron y desmontaron a sus jinetes durante el desfile por la avenida de los Campos Elíseos, pero en general el evento principal de la jornada se desarrolló de acuerdo con lo previsto y lució muy similar a los Días de la Bastilla de años anteriores. Un soldado aprovechó la ocasión para pedir la mano de su novia, frente a quien se arrodilló en la calle adoquinada para besarle la mano.
Persiste el miedo al virus, pero el gobierno decidió realizar el desfile como parte de sus esfuerzos para regresar a la actividad anterior a la pandemia.
Hubo escasos espectadores, limitados a un pequeño tramo del desfile. Cada uno debía mostrar un certificado de que estaba vacunado, de que se había recuperado recientemente del virus o que había dado negativo en un test. Habrá restricciones similares para los que acudan a ver una muestra de fuegos artificiales en la Torre Eiffel por la noche.
Los espectadores llegaron a París desde toda Francia, felices de asistir en persona al espectáculo, aunque algo enfadados por las restricciones y las largas filas en los controles de seguridad.
Las mascarillas eran abundantes entre los espectadores y de rigor para los dignatarios que observaron el desfile bajo un telón con el tricolor rojo, blanco y azul de la bandera. Los soldados desfilaron sin mascarilla: el mando militar dijo que estaban todos vacunados o que se habían sometido recientemente a un test diagnóstico.
El ruido de cientos de herraduras acompañó las marchas militares cuando guardias a caballo escoltaron al presidente Emmanuel Macron, que recibió algunos aplausos de la gente.
Pero no todos aplauden su manejo de la pandemia. Algunos dueños de cafés, trabajadores de hospitales y padres de familia critican su decisión de obligar a todo el personal de salud a recibir la vacuna y a todas las personas mayores de 12 años a obtener un pase COVID para poder ir a un restaurante. Por otro lado, muchos médicos y científicos reclaman medidas más estrictas para contener el virus.
Los organizadores lo llamaron un «Día optimista de la Bastilla» para «ganar el futuro» y «festejar una Francia unida detrás del tricolor para salir de la pandemia». Hace algunas semanas reinaba el optimismo en el país, pero el estado de ánimo nacional se ha ensombrecido con los nuevos contagios provocados por la variante delta que obligaron a tomar nuevas medidas.