Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82
Yo creo que los mortales no estamos viendo la foto completa y nos falta información para entender el rompecabezas nacional.
Alejandro Giammattei manda a Rusia a su canciller, Pedro Brolo, a “platicar” con los que nos han estafado viéndonos a la cara (han mandado 150 mil vacunas de 8 millones ya pagadas) y anuncian con bombos y platillos que mandarán otras 400 mil a final de semana (esa canción ya la hemos oído, veremos si ahora no se raya el disco y si vienen las vacunas).
Pero con el que nos va a regalar, ojo, regalar 500 mil vacunas se hacen los rogados y casi que maniobran para no recibirlas. ¿Será que tan mal les han caído las visitas de los funcionarios estadounidenses? ¿Será que los mensajes recibidos no han sido de su agrado?
O peor aún, ¿será que algo les preocupa en el horizonte y están preparando el terreno con los rusos por aquello de que necesiten los miembros del Gobierno, el Congreso y las cortes, salir corriendo a los brazos de Rusia?
Si esa es la razón, ¿cuándo irá el Canciller a China con cualquier excusa que encuentren?
Claro que no es ideal vivir de donaciones, pero cuando la gente está necesitada porque para el Gobierno fue fácil jugar con dinero ajeno, no queda otra que esperar la mano amiga porque ya sabemos que la mano de hierro de la justicia no funciona cuando de Alejandro Giammattei se trata, pues Consuelo Porras y Silvia Valdés terminan siendo sus ángeles guardianes.
El día sábado publicamos un reportaje en torno al pacto que hay para no aprobar 4 leyes que resultan indispensables para algunos y funcionan mejor si están engavetadas en el Congreso de la República. Asumo que esos serán algunos de los puntos de chantaje/acuerdo y por eso no vemos voces, ni comunicados ni acciones condenando las acciones oficiales en el tema de las vacunas, como en su momento vimos contra la antigua Corte de Constitucionalidad (CC).
Solo porque en La Hora empezamos a mover el tema del acuerdo de compensación y luego más medios y voces se fueron sumando, la alianza oficialista sintió algo de presión y no dejo de preguntarme qué habría sido de la situación si la prensa no hubiera aportado su grano de maíz develando la trama.
El tema de la vacunación es serio y es fundamental para el desarrollo económico de nuestra gente y por eso me parece increíble el silencio de muchos, porque no solo es un tema de principio si no es un tema de vida o muerte para algunos.
Sin duda que tanta desfachatez es posible gracias al gentil patrocinio de la indiferencia ciudadana. Yo creo que es el momento de denunciar el contrato ruso, usar US$750 millones que no se han pagado para buscar otras vacunas y tratar de encontrar los caminos para que los ruso devuelvan parte del dinero si es OBVIO que no han producido las pinches vacunas.
Ese sería el camino normal en un mundo ideal, pero cuando las autoridades andan más preocupadas jugando política porque algo les preocupa y maniobran para “salvar su pellejo”, entonces el tema de la gente, de la necesidad, de la enfermedad y la vacunación misma, pasan a un segundo plano.
¿Habrá ya adquirido el Presidente algún compromiso por el pago del 50% a los rusos que lo impida a deshacer el negocio?
He estado lo suficiente ejerciendo este oficio como para saber que tarde o temprano, la verdad saldrá a luz y algún día sabremos por qué la vacunación es más vista como negocio y no como un asunto de vida o muerte para tanta gente.
