Palomas

Hace siglos, cuentan las abuelas, existía una comunicación con Dios mucho más eficiente que la actual entre el cura y el profano. Mencionan la existencia de unas criaturas aladas, quienes surcaban los cielos en pos de auxilio, llevando y entregando mensajes al “Ser Supremo”. Pero, con la invención de la monarquía, hasta nuestros días es un distinguido deporte cazar tórtolas.

Ahora resignadas, las palomas mensajeras se acurrucan en las laderas de las iglesias del centro esperando a que alguien precise de sus servicios, dejando que la mente de Dios divague creyendo que el hombre ya no requiere de su misericordia.

Karla Janett Cal Diéguez

Érase una vez un animal

Discutían un día las ranas de aquel estanque:

-¿Serán los hombres animales?-

-No, ¡qué insulto!- contestó una rana promedio -Los hombres no deberían de llegar a esa categoría.-

-Entonces, ¿qué son?- preguntó una joven rana

-Son simplemente humanos o una plaga, como nuestros aperitivos: las moscas.- contestó una rana vieja y siguió filosofando -A fin de cuentas creería que también son animales aunque no tan razonables como nosotros los anfibios.-

Karla Janett Cal Diéguez

Mano de mono 

¡No! ¡No tengo agua! – Lamentó el Mico

No te preocupes, ven te doy una mano –

dijo el Mono

Y se fueron juntos agarrados de la mano hacia la cima del volcán más alto. Y el monito empezó a danzar, pidiéndole con mucho fervor al Dios de la lluvia que por favor abasteciera al Mico.

De pronto nubes negras se juntaron y empezó a llover.  El monito viendo que solo se había llenado la mitad del balde ofreció muy bondadosamente llenar la otra mitad. ¡Por mi paisano! – dijo

Y saltando entre lianas el Mico llevó el recipiente a su comunidad mientras se preguntaba ¿Por qué si el agua es transparente las nubes son negras?

En fin, esa noche lleno de felicidad el Mico se voló ¡un vaso entero! Pero a la mañana siguiente, la monada lo encontró muerto.

Muchos dicen que fue por tomarse el vaso de un solo sorbo.

Otros dicen que fueron las toxinas del agua.

Pero nadie nunca sospechó del Mono y su mano.

Roshell Carranza Recinos

Amor jodido

Estoy con mi hermana pequeña bailando y cantando una canción tonta que suena en la radio, yo haciéndome la chistosa para que ella no llore, aunque estamos atrás de la cantina que tenemos como negocio, mi hermano está atendiendo con la cara llena de valor en la que muestra lo tanto que desearía que no estuviéramos ahí.

Y mamá cansada salió en busca de papá aunque desde hace un año sabemos que él no regresará, solo esperamos que ella llegue temprano para cenar.

Ahora existen dos recuerdos, uno triste y uno de los más felices.

Dalma Gretel González Escalante

 Bicentenario

 Érase una vez un país inexistente que desapareció con su historia sin fin -en los glifos solo aparece GT502-, donde conquistadores europeos de distinguido linaje gobernaron y robaron, católicos heterosexuales gobernaron y robaron, evangélicos neopentecostales gobernaron y robaron, mujeres de izquierda verde gobernaron y robaron, homosexuales con un clóset sin puertas gobernaron y robaron…

No son nuestras máscaras somos nosotros.

Luis Alfredo Aguilar Contreras

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