El mando militar israelí dijo hoy que desistirá de la controvertida práctica de los allanamientos nocturnos de viviendas palestinas en Cisjordania para recabar información sobre sus habitantes.
En el pasado ha dicho que el llamado «mapeo de inteligencia» es necesario para combatir a los grupos milicianos, pero los defensores de los derechos humanos dicen que el verdadero objetivo es intimidar a la población civil.
La práctica consiste en despertar a las familias en lo alto de la noche para tomar nota de las dimensiones de sus viviendas en el territorio ocupado. Los allanamientos, en viviendas donde nadie era sospechoso de actividades ilegales, no cumplían propósito estratégico alguno y provocaban profundos traumas psicológicos, según los grupos de derechos humanos.
Hace seis meses, los grupos activistas israelíes Yesh Din, Médicos Israelíes por los Derechos Humanos y Romper el Silencio denunciaron en un informe las «invasiones arbitrarias» de viviendas privadas palestinas. Dijeron que los allanamientos «sirven como medio eficaz para oprimir e intimidar la población palestina e incrementar el control sobre ella».
Israel ocupó Cisjordania durante la guerra de Medio Oriente de 1967. Aunque la Autoridad Palestina, reconocida internacionalmente, administra las zonas autónomas dentro del territorio, Israel mantiene el control general y realiza incursiones militares frecuentes en zonas bajo control palestino.
Unos 3 millones de palestinos viven en Cisjordania, de acuerdo con cifras oficiales palestinas, junto con medio millón de colonos judíos.
En una carta a Yesh Din el martes, el ejército dijo que sus incursiones no eran «operaciones al azar» y surven «a fines operativos y de inteligencia». Dijo que las operaciones se realizaban bajo normas estrictas «para minimizar el daño y la alteración de la calidad de vida de los habitantes».
No obstante, aseguró que desistirá de las incursiones «salvo en circunstancias excepcionales».
El mando militar confirmó el cambio, pero no respondió de inmediato a los pedidos de ampliar sus declaraciones.
El director ejecutivo de Yesh Din, Lior Amihai, dijo que la decisión del ejército era «muy significativa».