Eusebio Torres espera mientras una enfermera prepara la dosis de la vacuna Abdala para el COVID-19 en Cuba. Foto La Hora/AP/Ismael Francisco.

Cuba comenzará un estudio pediátrico de sus candidatos vacunales de producción nacional contra el nuevo coronavirus la semana que viene, al tiempo que espera los resultados de eficacia de la Fase III de los ensayos clínicos en adultos, para los cuales incluso ya arrancó una campaña masiva desde el mes pasado.

Las pruebas en unos 300 menores de un esquema combinado de Soberana 02 y Soberana Plus –dos dosis de la primera y una de la segunda– se desarrollarán en un municipio de la capital con niños de 12 a 18 años primero y luego desde los tres años, informó este miércoles durante una conferencia de prensa el doctor Vicente Vérez, director del Instituto Finlay que desarrolló esos medicamentos.

«Éticamente no consideramos que tengamos el derecho a usar placebo en el ensayo pediátrico», indicó el experto. «Pensamos que podamos recopilar suficientes datos de inmunogenicidad en el ensayo Fase 1 Fase 2 como para no tener que ir a un ensayo de eficacia –Fase III– a donde tendríamos que incluir un placebo».

Se espera el desarrollo de otro estudio pediátrico con Abdala, el otro producto avanzado, pero no se ofrecieron detalles.

En medio de un preocupante rebrote de COVID-19, Cuba comenzó a mediados de mayo una campaña masiva con sus candidatos Soberana 02, Soberana Plus –un refuerzo de la primera– y Abdala mediante una intervención sanitaria, es decir, una campaña que aún no tiene la autorización de emergencia pero que permitirá ir inmunizando a la población.

Las autoridades reiteraron que esperan tener la luz verde para el uso de emergencia para el mes de junio, cuando tendrían ya inmunizado al 22% de sus ciudadanos –excluye menores de edad– y con la aspiración de tener al 70% cubiertos para el mes de agosto.

Dado el riesgo para los niños durante la pandemia y su papel transmisor a las familias, el Ministerio de Educación suspendió las clases presenciales a comienzo de este año y se anunció que las escuelas volverían a abrir las puertas el 1 de septiembre.

Cuba es el único país latinoamericano que cuenta con vacunas propias. Hasta ahora se desarrollan cinco candidatos de los cuales Soberana 02 y Abdala son las más avanzadas.

En el marco de los ensayos en sus diversas fases y la campaña de intervención sanitaria, más de un millón de personas recibieron los antígenos en el país. Hasta ahora no se reportaron eventos adversos, informaron los científicos y directivos de salud. Se espera además que para junio se dé a conocer el porcentaje de eficacia de las vacunas, que según la Organización Mundial de la Salud, debe ser superior al 50% para ser válidas.

«Nosotros pensamos que debe ser mucho más que un 50%», manifestó el presidente de la estatal productora de medicamentos, Biocubafarma, Eduardo Martínez quien prefirió no especular con las cifras, aunque igualmente indicó que en los datos que se manejan de la muy acotada Fase 1 –unos 1.000 individuos–, los títulos de anticuerpos de los voluntarios –uno de los parámetros para medir la la efectividad– se levantaron en un 95%.

Además, a manera de ejemplo el doctor Eulogio Pimentel, vicepresidente de Biocubafarma dio a conocer algunos resultados puntuales. Según indicó, en la propia empresa Biocubafarma, de los 16.711 trabajadores que recibieron una dosis resultaron positivos al PCR unos 144 y de los 14.858 a los cuales se les aplicó una segunda dosis se contagiaron 47. Los que obtuvieron la tercera dosis bajaron a 21 diagnosticados con el virus.

Pimentel aclaró que contabilizar en los positivos al test como ellos lo hicieron requiere calcular en base al «peor escenario», pues la eficacia se mide contra los que desarrollaron la enfermedad y no necesariamente contra los positivos.

Paralelamente, los científicos recordaron que vacunas con eficiencias superiores al 90% para el caso de la variante original del virus resultaron menos poderosas contra las nuevas variantes como la sudafricana.

También, los expertos lamentaron que durante la pandemia las publicaciones punteras de la comunidad científica, abarrotadas de información, menospreciaran los estudios presentados por Cuba para su divulgación.

El director de Epidemiología de Cuba, Francisco Durán indicó este martes que al cierre del lunes se reportó un acumulado de 144.514 pacientes diagnosticados con COVID-19, de los cuales fallecieron 977. Hay 5.867 casos activos de los cuales 138 se encuentran en terapias intensivas del país.

Cuba cerró mayo como el mes de mayor contagios desde que comenzó la pandemia con 35.701 positivos al virus, lo que significó unos 4.355 más que en abril. Comparativamente, en diciembre de 2020, al inicio de este rebrote, se reportaron 3.675 en todo el mes.

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