El gobierno de Polonia desafió una orden del principal tribunal de la Unión Europea para que cierre de inmediato de una importante mina de carbón, afirmando que cesar operaciones alterará el sistema energético del país y ocasionará el despido de miles de empleados.
El ministro de Desarrollo Jaroslaw Gowin dijo que Polonia no cerrará la mina de lignito en Turow, en la frontera con Alemania y la República Checa, y aseguró que Varsovia está participando en «esfuerzos diplomáticos y legales muy intensos» para asegurar la operación continua de la mina y planta energética que genera un 7% de la energía de Polonia.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ordenó el viernes a Polonia suspender de inmediato operaciones en la mina, prestando atención a las quejas de Praga de que drena agua subterránea de territorio checo y que Polonia recientemente extendió su licencia sin la debida evaluación medioambiental. Es una medida temporal, en espera del fallo del tribunal.
Gowin dijo que considera que la decisión del tribunal es «inconmensurablemente escandalosa» para la situación y que provocaría la «pérdida de decenas de miles de empleos y alteraciones muy serias al sistema energético de Polonia», al cortar la electricidad a millones de viviendas.
El primer ministro Mateusz Morawiecki estaba en reuniones de emergencia con los gerentes de la compañía energética estatal PGE, que opera la mina y la planta, y las autoridades regionales de Breslavia, en el suroeste del país.
Después dijo que Polonia establecería negociaciones con Praga y también presentaría nuevos argumentos ante el tribunal de la UE para describir claramente la situación y evitar un «desastre».
La decisión de la corte es «muy peligrosa desde el punto de vista de posibles riesgos a la ecología, pero también es muy peligrosa para la seguridad energética de Polonia y para el empleo de unas 5.000 personas» que trabajan en Turow.