MADRID
Agencia DPA/Europa Press
Más de 40 países, en su mayoría europeos, han reclamado ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU la liberación del opositor ruso Alexei Navalny, cuestionando directamente el papel de Rusia en un caso que consideran «político» y que deriva de una «detención ilegal».
Los países firmantes están «preocupados por el deterioro de la situación de los Derechos Humanos y las libertades fundamentales» en Rusia, que han personificado en Navalny. El dirigente opositor fue arrestado en enero tras regresar a Moscú, después de pasar meses en Berlín recuperándose de un envenenamiento.
Un tribunal ruso ordenó su ingreso en prisión para cumplir una condena por fraude dictada en 2014. «Se basa en una sentencia previa que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos declaró arbitraria y poco razonable», han recordado los países críticos, en un comunicado difundido por Polonia y que comparten, entre otros, Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania y Australia.
Las últimas medidas, han añadido, «son inaceptables y tienen motivaciones políticas», lo que contravendría los compromisos internacionales suscritos por la propia Rusia.
«Pedimos a la Federacióin rusa que libere de forma inmediata e incondicional al señor Navalni y a todos aquellos detenidos ilegal o arbitrariamente», han reclamado los gobiernos críticos, que también han mostrado su preocupación por el gran número de detenciones durante las protestas en favor del dirigente opositor.
Los países que suscriben este texto se han comprometido a seguir de cerca la situación de los Derechos Humanos en Rusia, en general, y la evolución del caso de Navalny, en particular, teniendo en cuenta que aún «no se ha investigado adecuadamente ni se ha explicado de manera creíble» el envenenamiento de agosto.