Fernando Mollinedo

mocajofer@gmail.com

Guatemalteco, Maestro de educación primaria, Profesor de segunda enseñanza, Periodista miembro de la Asociación de Periodistas de Guatemala, realizó estudios de leyes en la Universidad de San Carlos de Guatemala y de Historia en la Universidad Francisco Marroquín; columnista de Diario La Hora durante 26 años, aborda en sus temas aspectos históricos, educativos y de seguridad ciudadana. Su trabajo se distingue por manejar la palabra sencilla y coloquial, dando al lector la oportunidad de comprender de modo sencillo el universo que nos rodea. Analiza los difíciles problemas del país, con un criterio otorgado por su larga trayectoria.

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Fernando Mollinedo C.

RESPONSABILIS, palabra de latín medieval que significa: “que requiere respuesta”, es decir, que responda. Por lo tanto, RESPONSABLE de acuerdo al Diccionario de la Lengua Española significa: “persona que tiene a su cargo la dirección y vigilancia del trabajo en fábricas, establecimientos, oficinas e inmuebles. Dicho de una persona que pone cuidado y atención en lo que hace o decide”. DESCARO: “atrevimiento, desvergüenza, insolencia, descarada ostentación de faltas y vicios falta de respeto”.

En Guatemala, estas dos palabras están de moda desde hace muchos años, siguen vigentes pues pareciera un ejercicio profesional de quienes gobiernan el país y los gobernados; suena como a descaro político al cuadrado, también al cuadrado por parte de los ciudadanos que permanecen indolentes ante tantas tropelías (atropello o acto violento, cometido usualmente por quienes abusan de su poder)

El mejor amigo del hombre, el diccionario, es la mejor herramienta para para definir con claridad los actos de las personas; que por suerte son minoría; imaginemos que fuera mayoría, ya Guatemala sería un país vendido completamente al narcotráfico o las grandes transnacionales.

Hace un año vivimos normalmente, pero ya en marzo, abril, mayo… y los demás meses nos fue robada la calma por la expansión del Covid-19 imponiéndosenos restricciones gubernamentales para salvaguardar nuestras vidas; eso nos dijeron, pero que estas medidas hayan servido para otros fines sólo Dios y ellos lo saben. Desde hace un año, siempre están los que quieren hacer lo que se les da la gana y se saltan las normas, disfrutan obviándolas, aunque pongan en peligro la salud de todos.

La culpa (imputación a alguien de ser causante de algo negativo como consecuencia de su conducta) de esta segunda ola, es de los descarados e irresponsables que tomaron las fiestas de fin de año, reuniones familiares, viajes a la playa y fiestas comunales como si fueran las últimas que iban a vivir y volvieron contagiados para contagiar a muchas más personas.

Lo que ha hecho la población descarada e irresponsable, es el reflejo de la conducta de la mayoría de los políticos que dan el mal ejemplo de irrespetar la Constitución Política de la República de Guatemala, se pasan las leyes por el arco del triunfo, no cumplen con los términos, plazos y reglamentos que norman la conducta jurídica y administrativa del país. Con ese ejemplo, los irresponsables (HDSPM) hijos de su papá y mamá de todos los estratos económicos que no tienen vatios en su cerebro, nos han puesto en el horizonte de peligro al que no queríamos llegar en la primera y segunda ola.

Desde 1838 en el gobierno de Mariano Gálvez con el cólera morbus; en 1920 la gripe española, en 1991 otra vez el cólera morbus y ahora la pandemia Covid-19, los que protestaron y aumentaron precios fueron los comerciantes quienes “nuevamente” protestan y se aprovechan de la pandemia para “exprimir” más a la población, puesto que EL GOBIERNO AUTORIZÓ AYER DE MANERA IRRESPONSABLE el aumento del precio del gas propano con el consabido deterioro económico para la familia guatemalteca.

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