BERLÍN
Agencia AP
Las muertes por COVID-19 superaron hoy la barrera de las 50,000 personas en Alemania tras un rápido aumento en las últimas semanas, aunque las cifras de contagios parecen estar bajando finalmente.
El Instituto Robert Koch, centro de control de enfermedades del país, reportó hoy 859 decesos en las últimas 24 horas, elevando el total nacional desde el inicio de la pandemia a 50,642.
Alemania había registrado una cifra relativamente baja de fallecidos en la primera fase de la pandemia y pudo levantar muchas de las restricciones rápidamente.
Pero los contagios alcanzaron niveles más altos durante el otoño y el invierno. En las últimas semanas, el país de 83 millones de habitantes ha reportado cientos de decesos, a veces más de 1,000, a diario. Alemania alcanzó la sombría marca de 40.000 muertes el 10 de enero.
La canciller, Angela Merkel, calificó los últimos datos de mortalidad de «terribles».
«No son solo cifras. Es gente que murió sola… son familias que les lloran», afirmó agregando que el número diario de contagios estaba disminuyendo y que había menos pacientes en unidades de cuidados intensivos que durante la Navidad.
En Europa, Gran Bretaña, Italia, Francia y España, todas ellas naciones con menos población, tienen más fallecidos por el coronavirus.
El director del Instituto Robert Koch, Lothar Wieler, dijo esta semana que la explicación para el elevado número de víctimas mortales es «relativamente simple pero relativamente deprimente».
«Este incremento está simplemente ligado al hecho de que el número de casos aumentó demasiado», apuntó.
Las nuevas infecciones alcanzaron su pico diciembre. El viernes, el Instituto reportó 17,862 nuevos positivos, por debajo de los 22,368 de hace una semana, para un cómputo total de más de 2,1 millones de pacientes de COVID-19.
El número de nuevos casos por cada 100,000 residentes en los últimos siete días se mantuvo en 115.3, tras rozar los 200 hace un mes. Sin embargo, la cifra sigue muy por encima del objetivo máximo del gobierno, 50.
La cuarentena decretada en Alemania se amplió esta semana hasta el 14 de febrero en medio de las preocupaciones sobre el posible impacto de mutaciones del coronavirus como la detectada por primera vez en Gran Bretaña. Las autoridades están tratando de animar a más personas a trabajar desde sus casas para reducir el número de usuarios del transporte público.
Merkel dijo que todos en Alemania tendrán oportunidad de vacunarse antes de que termine el verano, a pesar de la frustración por el lento inicio de la campaña de inmunización. Hasta el miércoles, 1.32 millones de personas habían recibido la primera dosis de la vacuna.