El Papa Francisco en el Vaticano. Foto La Hora/Europa Press/Oficina de prensa del Vaticano

Por María España
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Ante un año inusual por la emergencia sanitaria del Covid-19 a nivel mundial, los mensajes de esperanza y amor durante esta Navidad no han dejado de compartirse, entre ellos el Papa Francisco.

“Que la Navidad sea para todos una oportunidad para redescubrir la familia como cuna de vida y de fe; un lugar de amor que acoge, de diálogo, de perdón, de solidaridad fraterna y de alegría compartida, fuente de paz para toda la humanidad”, indicó por medio de su cuenta de Twitter.

El sumo Pontífice agregó que, debido al nacimiento del Niño Jesús, las personas pueden dirigirse a Dios llamándolo “Padre”, haciendo que la población sean “hermanos” independientemente de las culturas e identidades.

“Cada persona es mi hermano. En cada persona veo reflejado el rostro de Dios y, en los que sufren, vislumbro al Señor que pide mi ayuda. Lo veo en el enfermo, en el pobre, en el desempleado, en el marginado, en el migrante y en el refugiado”, aseveró.

Además, durante su mensaje de Navidad en la basílica de San Pedro, que durante esta época de incertidumbre por la pandemia “aparecen varias luces de esperanza, como los descubrimientos de vacunas”, pero que es necesario que estén disponibles para todos.

“No podemos dejar que los nacionalismos cerrados nos impidan vivir como la verdadera familia humana que somos. Tampoco podemos dejar que el virus del individualismo radical nos supere y nos haga indiferentes al sufrimiento de otros hermanos y hermanas. No puedo ponerme por delante de los demás, poniendo las leyes del mercado y las patentes de invención por encima de las leyes del amor y la salud de la humanidad”, enfatizó.

Por lo que propuso a los Estados, empresas y organismos internacionales que “promuevan la cooperación y no la competencia” para entregar soluciones a todas las personas, principalmente a los más vulnerables.

Debido a la pandemia del Covid-19, este año su mensaje fue pronunciado en el interior de la basílica sin devotos presentes.

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