Mario Ubico Calderón
Escuela de Historia, Universidad de San Carlos de Guatemala

En Santiago, Capital del Reino de Guatemala, las celebraciones desde el día 8 de diciembre y su víspera dedicado a la Virgen de Concepción, las subsiguientes fiestas que culminaban con la Navidad todavía se prolongaban en enero con otras solemnes y festivas actividades entre ellas el día de Reyes, el Dulce Nombre de Jesús y concluían con la celebración de la festividad de N.S. de la Candelaria el 2 de febrero. Todas ellas fueron siempre motivo de júbilo y satisfacción. En estos eventos era necesario contar con cera, ornamentos, música, preparativos de la procesión, cohetes, alimentos y bebidas para los participantes, entre otros gastos, de tal manera que muchas cofradías echaban mano de sus fondos para sufragar estas actividades, en otras con limitados recursos se hizo necesario que se llevaran a cabo “demandas”, es decir la solicitud de efectuar la recolección de limosnas yendo algunos cofrades por las calles, de tal manera que pudieran obtener recursos que les permitiera afrontar los gastos. En seguida se dan a conocer algunos ejemplos de este tipo de actividad recolectora de fondos, acontecida principalmente en la Capital del Reino, aunque se cree que fue común en muchos pueblos del interior de Guatemala. La presente información es una síntesis de un artículo que está incluido en un trabajo mayor de este servidor titulado “El ciclo navideño en Santiago capital del reino de Guatemala y sus alrededores”, a ser publicado. Capilla de Santa Ana de indios adjunta al templo franciscano En 1697, un documento hace ver que Juan de los Ángeles y Antonio de Morales alcaldes de justicia del Barrio de San Francisco, Nicolás de Morales alcalde de la cofradía del “Santo Nombre de Jesús” fundada en la capilla de Santa Ana “contigua a la iglesia“ del convento de San Francisco, así mismo Agustín Pérez y Manuel Juárez mayordomos de la cofradía de N. S. Santa Ana fundada allí también, se esforzaban por obtener licencia para reedificar su sede, pero también se menciona la demanda con la cuna del Niño. Lo ilegible de una parte del documento no permite conocer cuáles eran esas otras actividades, inclusive una llevada a cabo el Jueves Santo. Ermita del Espíritu Santo Este sacro recinto se hallaba situado en el barrio del mismo nombre al poniente de la ciudad, y en diciembre del año 1705 los mayordomos y oficiales de la cofradía del Espíritu Santo hicieron ver a la Superioridad Eclesiástica que: “… como es notorio la dicha cofradía se sustenta y pasa de las limosnas con que los fieles cristianos acuden en las pascuas de Navidad y Reyes de cada año porque no tiene otros medios para la limosna de las misas y ornamentos del altar, cera y otras cosas necesarias…” pidieron licencia para salir con la cuna del Niño Jesús por la ciudad para obtener las limosnas del vecindario. Ermita de Santiago Para el año 1705 los cofrades de N. S. de La Merced de la ermita de Santiago en el barrio de San Antón de la Capital del Reino solicitaron permiso para: “…que en estas santas pascuas podamos pedir limosna en esta ciudad con la cuna del Niño Jesús…”.La respectiva autorización la obtuvieron el 22 de diciembre de 1705. Templo parroquial de N.S. de Candelaria Para el año 1711 se conoce la autorización emanada del obispado para que la cofradía del Niño Jesús fundada en la iglesia parroquial de N. S. de Candelaria pudiese pedir limosnas en tiempo de pascua de Navidad, pero se le encarecía al cura párroco que: “…no permita salgan mujeres a pedir limosna, ni menos que los demandantes dejen la cuna del Niño Dios en casa alguna sino que la vuelvan a la iglesia al tiempo del medio día…”. Ingenio dominico del Cerro Redondo (cercano al volcán del mismo nombre, entre los actuales departamentos de Guatemala y Santa Rosa) Este caso no alude a una cofradía de la Capital del Reino pero si a un lugar del suroriente de Guatemala, allí es posible observar cuanto se extendió esta costumbre de demandar con la cuna del Niño Jesús. Aquí los alcaldes y mayordomos de la cofradía de N. S. del Rosario fundada en el ingenio del Cerro Redondo de los dominicos, pedían autorización para llevar a cabo la demanda, en esa ocasión se mencionó que los cofrades salían por la comarca pidiendo limosna desde la fiesta de Concepción, Navidad, día de Reyes y se prolongaba su afán hasta el Domingo de Ramos. Esta petición para recolectar limosnas se autorizó el 24 de noviembre de 1708. Cofradía de S. Benito de Palermo del templo Franciscano Existen modalidades de esta costumbre, una de ellas es la que practicaban en 1711 los encargados de la cofradía de San Benito de Palermo con sede en el templo franciscano, en su resolución la Autoridad eclesiástica hizo ver: que se concedía la licencia para pedir limosna, pero en este caso los cofrades salían con el “Misterio” completo. En este caso se habla del “Misterio” es decir de la Virgen María, San José y el Niño Jesús. Cofradía de N.S. de Guadalupe del proyectado pero no realizado templo del mismo nombre. En el año 1712 se detecta una variante más y es la de los cofrades de N. S. de Guadalupe que tenían de sede un templo provisional situado en la periferia de la Ciudad, ellos pedían salir con la imagen del Niño Jesús para recolectar limosnas y celebrar a la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre, sin embargo en este caso la Superioridad Eclesiástica dijo no porque ya existía una recolección de limosnas con intención de obrar un templo formal. Sin embargo este proyecto no solo fue lento sino se vio interrumpido con el terremoto del 29 de septiembre de 1717. En este caso la demanda era con una imagen del Niño Jesús. En la Nueva Guatemala de la Asunción Cofradía de N. S. del Carmen Para los años 1785,1787 y 1789 en la Nueva Guatemala de la Asunción persiste esta costumbre, esto se infiere de la información emanada de la Cuenta General de las limosnas y gastos de la cofradía de N. S. del Carmen, allí se consigna que en 1785 se hizo cuenta de “La limosna recogida por el hermano Ignacio el segundo día de Pascua con la cuna del Niño”, en 1787 se menciona que en diciembre los hermanos Santiago, Ignacio y German “que salieron con la cuna…” y en diciembre de 1789 nuevamente hubo actividad con ese fin. Venerable Orden Tercera También sucedió lo mismo para los hermanos de la Venerable Orden Tercera franciscana, en los gastos de esta organización para el año 1818 se menciona: Por cuatro pesos seis reales que se recogieron por las calles en la limosna de la cuna del Niño de la Hermandad.” Como se pudo observar en los anteriores ejemplos, la demanda de Navidad era una actividad que implicaba un esfuerzo de los interesados para, inicialmente obtener un permiso y luego recorrer caminos y poblados en busca de benefactores que con sus limosnas posibilitaran la obtención de fondos y sufragar de ese modo las festividades de diciembre y enero de cada año.

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