El plan para controlar todo el sistema de justicia, desde la Corte de Constitucionalidad hasta la última de las Salas de Apelaciones, es algo que sigue en marcha y que lejos de detenerse está cobrando más fuerza, al punto de que ya se están barajando los nombres y las formas en que se designaría a los nombrados por el Colegio de Abogados, la Universidad de San Carlos y los tres Organismos del Estado, todos comprometidos en la aspiración final que es el disponer, para vivir en paz y tranquilidad, de un conjunto de magistrados que se encarguen de garantizar la impunidad a los que pudieran ser señalados de corrupción en el remotísimo caso de que en el Ministerio Público se produjera un cambio.
Los nombres que se mencionan son de espanto porque evidencian que no hay siquiera el menor interés de guardar apariencias. Los más burdos miembros del Pacto de Corruptos dejan de ser simplemente operadores para figurar pomposamente proclamando hasta sus propias candidaturas para llegar al Tribunal que se ha distinguido en estos años por ser el único garante real del orden constitucional y del verdadero Estado de Derecho. Y desde los más descarados corruptos hasta los empresarios que creen que la CC debe trabajar y resolver pensando en cómo mejorar el “clima de negocios” en el país, todos se arropan para terminar con ese molesto pelo en la sopa que ha sido la actual Corte de Constitucionalidad.
El Congreso convocó a sesión extraordinaria para elegir magistrados, pero uno de los diputados, al tanto de los planes, dijo que lo que buscan es empezar a allanar el camino para la designación del titular y suplente que deberá nombrar el Legislativo para conformar el pleno de la CC. Y es que aunque el balance de fuerzas en la actual Corte de Constitucionalidad se modificó, todavía sienten que están cuesta arriba y por ello es urgente para ellos apresurar el paso, no sin que antes el Colegio de Abogados “elija” a quien deberá llenar la vacante existente y para ello ya tienen a su candidato “ideal” desde la perspectiva del compromiso con la impunidad.
Y decimos que pondrán toda la carne en el asador porque saben que es ahora o nunca. En el próximo año se empezará a definir toda una política regional de combate a la corrupción, a propuesta de Biden, y sin duda que ello complicará las cosas de muchas formas. Para estar preparados y hacerle frente a la eventual arremetida, les urge disponer de un sistema de justicia diseñado por Alejos.