POR FRANK JORDANS /AP
BERLÍN
La mayoría de las tiendas permanecerán cerradas, contactos sociales limitados, no se podrá cantar en la iglesia y queda prohibida la venta de fuegos artificiales: Alemania está endureciendo las restricciones en un esfuerzo por reducir el ritmo exponencial de infecciones por coronavirus.
La canciller Angela Merkel dijo que ella y los gobernadores de los 16 estados acordaron el domingo intensificar las medidas del 16 de diciembre al 10 de enero.
«Nos vemos obligados a actuar, y también lo estamos haciendo», dijo Merkel a los periodistas en Berlín, y señaló que las restricciones existentes impuestas en noviembre no lograron reducir significativamente el número de nuevas infecciones.
El promedio móvil de siete días de casos nuevos diarios en Alemania ha aumentado en las últimas dos semanas de 21,23 casos nuevos por cada 100.000 personas el 28 de noviembre a 26 por cada 100.000 al 12 de diciembre.
A partir del miércoles, las escuelas de todo el país estarán cerradas o cambiarán a educación en el hogar; la mayoría de las tiendas no alimentarias cerrarán, al igual que negocios como las peluquerías. Los restaurantes podrán ofrecer comida para llevar, pero no podrán dar servicio en el local, incluidas las bebidas alcohólicas.
Con la excepción de Navidad, el número de personas a las que se permitirá reunirse en el interior permanecerá restringido a cinco, sin incluir a los niños menores de 14 años.
También se prohibirá la venta de fuegos artificiales utilizados tradicionalmente para celebrar el Año Nuevo, al igual que las reuniones públicas al aire libre la noche del 31.
El gobernador de Baviera, Markus Soeder, dijo que la prohibición de los fuegos artificiales fue por recomendación de los hospitales, ya que cada año reciben una gran cantidad de gente con lesiones graves que resultan del mal manejo de explosivos.
El ministro de Finanzas, Olaf Scholz, dijo que el gobierno brindará más apoyo financiero a las empresas afectadas por el cierre. La agencia de noticias alemana dpa informó que las sumas adicionales reservadas ascendían a 11.200 millones de euros (13.600 millones de dólares).
Se pedirá a los empleadores que permitan que el personal trabaje desde casa, cuando sea posible, durante el próximo mes.
Se permitirán los servicios religiosos, siempre que existan reglas de distancia mínima y se usen máscaras, aunque se prohibirá cantar.
Se requerirá que el personal de los hogares de ancianos se someta a pruebas de COVID-19 varias veces a la semana, y los visitantes también tendrán que proporcionar un resultado negativo antes de poder ver a sus familiares.