El vocero del Ministerio del Exterior de China, Zhao Lijian, ofrece una rueda de prensa en Beijing. Foto La Hora/AP/Liu Zheng.

BEIJING
Agencia AP

Beijing arremetió hoy contra Washington por retirarse del «Tratado de Cielos Abiertos» con Rusia y señaló que la decisión socaba la confianza y transparencia militar y pone en riesgo cualquier intento de control de armamento.

El tratado, del cual China no forma parte, daba el derecho a los países involucrados a realizar sobrevuelos para inspeccionar instalaciones militares.

La salida de Estados Unidos del tratado deja vigente solamente un pacto de control de armamento entre los viejos rivales de la Guerra Fría, el Nuevo START, que limita el número de ojivas nucleares que cada país puede tener. Ese tratado vencerá en febrero y el gobierno del presidente Donald Trump ha anunciado que no le interesa extenderlo a menos que China también se sume, pero Beijing afirma que no lo hará.

«Esta medida de Estados Unidos socaba la confianza y transparencia militar mutua entre países relevantes, no lleva a mantener la seguridad y estabilidad en regiones relevantes y tendrá además un impacto negativo en el proceso internacional de control de armamento y desarme», dijo el lunes el vocero del Ministerio del Exterior de China, Zhao Lijian.

Los detractores se han quejado de que Beijing ha instado a otras potencias mundiales a llegar a acuerdos de control de armamento al tiempo que se rehúsa a formar parte de cualquiera de esos pactos, incluyendo el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF, por sus siglas en inglés) que venció el año pasado.

Mientras tanto, ha sacado provecho de las limitaciones fijadas por Rusia y Estados Unidos entre ellos para asegurar que ambos se mantengan seguros y se ha involucrado en el desarrollo sin restricciones de armamento como los misiles balísticos de mediano alcance, lo que eleva sus capacidades militares en caso de un conflicto sobre Taiwán, la frontera con la India, el Mar del Sur de China y otros conflictos asiáticos, subrayan los opositores.

El Tratado INF «actuaba como una garantía de seguridad para China: Beijing logró hacer uso de las limitaciones mutuas impuestas por el tratado a Rusia y Estados Unidos para minimizar la amenaza militar hacia sí mismo», escribió el asesor ruso Andrey Baklitskiy en un comentario para el centro de estudios políticos Carnegie Moscow Center el año pasado.

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