Mario Alberto Carrera

marioalbertocarrera@gmail.com

Premio Nacional de Literatura 1999. Quetzal de Oro. Subdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua. Miembro correspondiente de la Real Academia Española. Profesor jubilado de la Facultad de Humanidades USAC y ex director de su Departamento de Letras. Ex director de la Casa de la Cultura de la USAC. Condecorado con la Orden de Isabel La Católica. Ex columnista de La Nación, El Gráfico, Siglo XXI y Crónica de la que fue miembro de su consejo editorial, primera época. Ex director del suplemento cultural de La Hora y de La Nación. Ex embajador de Guatemala en Italia, Grecia y Colombia. Ha publicado más de 25 libros en México, Colombia, Guatemala y Costa Rica.

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Mario Alberto Carrera

La Ley de Acceso a la Información Pública (y sus reformas) vuelve -con la posible creación de otro de sus engendros: la Oficina Nacional de Acceso a la Información Pública- a danzar macabramente en el tablado de marionetas sobornables del –por variar hoy también- desprestigiado Congreso de la República. Anima al cotarro de -“compra alquilables”- el diputado Alejandro de León Maldonado de la bancada Podemos (podemos regresar a la encomienda y al repartimiento coloniales) que en Internet se autodefine como partido de “derecha extrema” (sic) y de “ultra conservadurismo” (sic).Organización abortada a la sombra del oscuro Berger (padre putativo del piadoso Vielmann y del beato Giammattei, en aquello de la Operación Pavorreal en la Cárcel de Pavón) y, en los días recientes, partido-entenado del Adelantadito Roberto Arzú y García Granados (nieto de Raúl, el íntimo de Lucas García y dizque su primo) e hijo del tan “gratamente” recordado Álvaro de Alvarado, filosófico creador del famoso apotegma: “a los periodistas se les paga o se les pega (unos cuantos morongazos)”  ¡y ya casi lo dije todo, para clasificar  la transfusión fecal -nazi fascista- de la propuesta de De León Maldonado, diputado de Podemos, al “honesto” Congreso!

La información (ya que hablamos de una reforma a la ley que la controla y a su Oficina) es comunicación y la comunicación es -y se refiere o es su parte medular- a la libre emisión del pensamiento, que legitima el Artículo 35 de la Constitución. Porque emitir el pensamiento –por los medios más ad-hoc o sociales- es información. “Y ahí Sancho, topamos con la Iglesia”. Es decir, entramos al meollo del conflicto y damos de cabeza en él.

Los nazi fascistas (que son siempre obscenos autoritaristas en busca del retorno a la dictadura de Ubico, falsamente teñidos hoy de progres) promueven el secuestro o sea la toma del bastión del pensamiento, de la verdad y de la palabra para hacerlos suyos –prostituirlos- y manipular así al pueblo, presentándole la mentira de su falsedad transformada en información a la carte (esto es, manipulando la información a su favor) y en favor por tanto de las fake news y de la posverdad. Hablamos de las falsas noticias o informaciones al gusto de la oligarca dictadura de Guatemala. O de buena parte del Cacif: el ala de derecha extrema y ultra conservadora, como se define Podemos. El Cacif de la Guatemala inmutable: aquella que no quiere cambiar simplemente porque es nazi a lo Trump o a lo Teddy Roosevelt.

Controlar los medios de comunicación o de información, es decir la libre emisión del pensamiento (que es información de conocimientos) es postura prototípica de los Estados nazi-parias, desconocedores del socialismo democrático. Y lo realiza –aquí- la oligarquía semi feudal de Guatemala intentando controlar a los medios. O a aquellos medios que se dejan comprar como es el satánico y ya paradigmático caso de los canales de televisión de “Ángel” (¡ah nombre más paradojal!) González.

Pero allí no se queda todo el control –de aires y ecos colonial encomenderos- de la oligarquía nacional.  Ella tratará y ha tratado siempre (soy testigo de ello tras más de 50 años de ejercicio de la profesión de periodista) de modificar o corregir el Artículo 35 de la Constitución y la Ley de Emisión del Pensamiento. El colmo es que lo intentó hacer el demócrata Juan José Arévalo…

Hoy vuelven a sus andadas sórdidas los fantasmas eternos de Estrada Cabrera, Ubico, Lucas García, Ríos Montt y Mejía Víctores tremendistas fantoches de la clase cafetera y hoy de la palma africana. Nueva tournée mediante la voz alquilada ¡seguramente!, del diputado De León Maldonado -de Podemos- y de quienes actúan detrás de él.

Quienes constituimos la Prensa libre ( que no es, desde luego, la de Mario Antonio) de este país, debemos estar muy pendientes de cuanto ocurra en el sobornable Congreso respecto de la libre emisión del pensamiento o de la Ley de Acceso a la Información Pública. Ojo al Diablo, esto es, a la proteica oligarquía travesti.

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