Por DÉBORA REY
BUENOS AIRES
Agencia (AP)
Apenas unos días después de cumplir los 60 años, Diego Maradona fue hospitalizado ayer con un cuadro de depresión.
«Está internado, nada grave», confirmó a The Associated Press un colaborador de la leyenda del fútbol argentino que pidió reserva de identidad por no estar autorizado a brindar información sobre su salud.
«Viene de una semana muy bajoneado, no quería comer», dijo la fuente. Agregó que ante ese cuadro el médico personal de Maradona, Leopoldo Luque, «lo llevó a internarse para hacerle chequeos pertinentes y ver qué tiene».
El excapitán del seleccionado argentino campeón del mundo en 1986 fue hospitalizado en una clínica privada de La Plata, suburbio a 40 kilómetros al sur de Buenos Aires, donde reside desde fines de 2019 cuando asumió como técnico de Gimnasia de esa ciudad.
Maradona cumplió los 60 años el pasado viernes y apareció públicamente en la cancha de Gimnasia para dirigir ante Patronato por la primera fecha de la liga argentina. No se lo vio bien de semblante y necesitó ayuda para caminar. Se retiró antes de que terminara el primer tiempo, lo cual generó interrogantes sobre su estado de salud.
Por sus antecedentes con adicciones a las drogas y el alcohol, que en dos ocasiones lo tuvieron al borde de la muerte, la salud de Maradona genera preocupación nacional en Argentina y un sin fin de versiones a su alrededor.
En diálogo con periodistas, Luque negó que Maradona padezca coronavirus o haya sufrido una recaída en sus adicciones.
El exfutbolista de Boca Juniors, Barcelona y Napoli, entre otros clubes, está en una habitación común y según su médico «se puede ir cuando quiera» si así lo desea.
Luque reveló que Maradona le pidió dirigir a Gimnasia el próximo domingo contra Vélez Sarfield por la segunda fecha de la Copa Liga Profesional. «Yo le dije que venga conmigo (a la clínica) que va a jugar no dirigir», bromeó.