Ayer el Embajador de los Estados Unidos, William Popp, recién acreditado tras presentar sus cartas credenciales, atendió a periodistas en una conferencia de prensa en la que abordó con total amplitud varios temas e hizo énfasis en que ha encontrado en Guatemala una gran preocupación por el tema de la corrupción y la necesaria transparencia. Y es que, como habrá notado ya el diplomático, el saqueo del país es “el problema” y tan lo entiende que de manera tajante dijo que la prosperidad y seguridad “vienen a través de trabajar contra la corrupción, contra la impunidad y aumentar la transparencia. Entonces es parte de nuestra cooperación con Guatemala y vamos a continuar en ese camino para apoyar avances en esa área de gobernanza”.
Contra lo que sostienen algunos aquí en el sentido de que el dinero de la corrupción es el que “vigoriza” la economía porque nutre al mercado, el Embajador tiene claro que todo ese dinero es producto de las oportunidades que se le arrebatan a la ciudadanía y que, por lo tanto, no podremos tener ni prosperidad ni seguridad en la medida en que persistan los ladrones robando a diestra y siniestra sin el menor miedo a un castigo porque, como está visto con los dos casos de los Alejos, tienen controlado el sistema de justicia y trabajan intensamente para asegurar que la captura no solo persista, sino que se vuelva mucho más completa.
No estamos hablando nada más de la claridad y contundencia del mensaje que envió Pompeo, funcionario de la administración Trump que tanto alentó al Pacto de Corruptos en su lucha contra la CICIG, sino estamos hablando del mensaje clarísimo que da el nuevo Embajador al centrar en el tema de la corrupción, impunidad y falta de transparencia los problemas principales del país. Lo hemos dicho varias veces y es bueno repetirlo ahora a oídos del Embajador Popp. El Estado en Guatemala se ha prostituido de tal forma que abandonó sus fines esenciales para dedicarse al enriquecimiento ilícito de funcionarios y particulares que hacen lo que les da la gana con la plena certeza de que no volverá a repetirse el fenómeno del 2015 cuando gracias a investigaciones del MP y la CICIG fueron a terminar en la cárcel figuras tan emblemáticas como el Presidente y su Vicepresidenta.
La entrevista con el señor Popp gira en torno al tema central de la problemática guatemalteca, es decir, el tema de la corrupción y la importancia de revertir el peso que tienen los corruptos, políticos y particulares, en el descalabro nacional.