Por Grecia Ortíz
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A pocos días de que se realicen las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, tiene planeado realizar una serie de redadas en ciudades y jurisdicciones consideradas santuario.
Según un artículo publicado por The Washington Post, tres funcionarios estadounidenses que hablaron bajo el anonimato, explicaron que el plan hace eco a la campaña de orden público del presidente y candidato republicado, Donald Trump y su retórica adoptada en contra de las ciudades santuario.
La operación de ICE es conocida de manera informal como “Operación Santuario”, misma que describen podría iniciar esta semana en California y extenderse a ciudades como Denver, Filadelfia.
El Post, también explica que el todavía secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Chad Wolf, con probabilidad viajará al menos a una de las jurisdicciones en donde se llevará a cabo la operación que busca impulsar las afirmaciones de Trump de que los líderes de esas ciudades “no han protegido a los residentes de criminales peligrosos”.
FUNCIONARIOS DICEN QUE ES MÁS UNA CAMPAÑA DE MENSAJES POLÍTICOS
Asimismo, explican que los operativos migratorios, vendrían a sincronizarse con dos de los temas de la campaña de reelección de Trump, su represión contra migrantes y su impulso por vilipendiar ciudades demócratas.
“Dos funcionarios con conocimiento de los planes para la operación santuario lo describieron más como una campaña de mensajes políticos que como una operación importante de ICE, y señalaron que la agencia ya se concentra en violadores de inmigración con antecedentes penales y los arresta rutinariamente sin mucha fanfarria”, afirma el artículo.
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Mike Álvarez, portavoz de ICE dijo a ese medio que no comentan sobre ningún tema delicado de la aplicación de la ley que pueda afectar de manera negativa a oficiales y al público, sin embargo, todos los días como parte de sus operaciones de rutina, apuntan y arrestan a extranjeros criminales y a otros que han violado las leyes de inmigración de la nación.
Los funcionarios explicaron al WAPO que la idea de una campaña que publicite arrestos criminales en jurisdicciones santuario se ha planteado repetidamente durante la administración Trump y se estaba considerando activamente esta primavera antes de la pandemia del coronavirus.
A la vez, mencionan que después del brote, ICE aplazó algunos de sus planes y durante estos últimos meses los arrestos de la agencia se redujeron en aproximadamente un tercio.
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés), dijo que ante los informes de que ICE volverá a las prácticas de detención y cumplimiento de la ley en el interior y que significa una reversión de una suspensión temporal anterior de la aplicación en el interior debido a la pandemia de la COVID-19.
“Esto se produce después de semanas de aumento de redadas y comunicaciones de ICE que fomentan el miedo”, aseguraron.
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ACLU: ES UNA DECISIÓN ABIERTAMENTE POLÍTICA
Andrea Flores, subdirectora de políticas de inmigración de ACLU, remarcó que la pandemia aún está en curso y afecta de manera desproporcionada a las comunidades afroamericanas.
“Al reanudar la aplicación de la ley civil, ICE aumenta la probabilidad de que más inmigrantes y personal del DHS estén expuestos a este virus, no solo en las operaciones de aplicación de la ley, sino también en los centros de detención”, mencionaron.
Flores destacó que un hombre de 56 años murió a causa del COVID-19 que se encontraba bajo custodia, con lo que se demuestra la incapacidad de brindar condiciones sanitarias y seguras, incluso en las mejores circunstancias.
“Esta es una decisión abiertamente política a 35 días del día de las elecciones que conducirá a más muertes e infecciones por COVID-19 evitables. ICE debería suspender la aplicación de la ley de inmigración civil y reducir el número de personas en detención migratoria, no aumentar la población con nuevos arrestos”, manifestó.
Además, reiteró que una vez más, esta administración ha dejado claras sus prioridades de políticas xenófobas en lugar de salvar vidas, “el estatus migratorio no debería ser una sentencia de muerte”.