Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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Gladys Monterroso

“Los espejos se emplean para verse la cara; el arte para verse el alma.” George Bernard Shaw

El arte, en cualesquiera de sus manifestaciones, es una forma de abstraernos de la realidad nuestra de cada día, y vivir por breves momentos una vida o situaciones imaginarias, que llenan de sensaciones el interior de la persona, las expresiones de arte son variadas y revestidas de una gran riqueza, dependiendo de la sensibilidad humana, así serán la manifestaciones de arte con la que nos identifiquemos, es cierto, que el mundo a cambiando enormemente, y que hoy los influencer y las nuevas tendencias, han podido crear la idea que el arte ha cambiado, no considero que sea así, las manifestaciones de arte han sobrevivido muchas batallas, y las nuevas modalidades sumado a la pandemia que crece cada día más, no van a disminuir lo que hemos conocido como arte.

Disfrutar una obra de teatro, una pintura, un espectáculo de baile, una escultura o una fotografía es una vivencia extraordinaria, y si a todos nos ha golpeado la crisis económica derivado del cobid-19, el turismo y el arte son los grupos más golpeados, porque ¿Quién va a viajar para hacer turismo en plena pandemia? Prácticamente nadie, el lazo que une al arte con el turismo es muy fuerte, sin turismo, solamente se tiene al espectador interno, en nuestro país, no son muchas las personas que acostumbrar acudir a las presentaciones de teatro o baile, pocos compran pinturas, y menos fotografía, más aún, hoy que todos podemos ser fotógrafos, por lo que el arte se encuentra en horas bajas, si de por sí, siempre lo ha estado, con una pandemia es más aún.

Dentro de cada ser humano, hay un artista escondido que en un determinado momento puede fluir, en estos momentos en que se practica el mal llamado distanciamiento social, y escribo mal llamado, porque el distanciamiento es físico, pero no social, lo sería si dejáramos de comunicarnos, de preocuparnos unos de otros, ese si sería distanciamiento social, creo que lo que hemos vivido es un distanciamiento físico, nunca social, en estos momentos el arte se ha resentido enormemente, derivado del obligado y necesario distanciamiento físico, el teatro y el baile como manifestaciones de arte se han visto duramente golpeados, en mi caso tengo doce años de recibir clases de tango, este es un baile pasional y en pareja, ¿Quién piensa en bailar tango? Aunque lo pensemos no podemos, si no podemos disfrutar una obra de teatro, menos podremos bailar tango, y los demás bailes de salón que existen.

En cuanto al teatro, muchas compañías que estaban en pequeño crecimiento, porque hemos de confesar, que desafortunadamente no somos una sociedad que sea muy afín a ciertas, si no todas las expresiones de arte, por lo que muchas han tratado de trasladarse al mundo virtual, pero es difícil tener la acogida necesaria, derivado de efectos sociológicos, como el calor humano que se transmite personalmente, lo que falta en el mundo virtual.

Leo una noticia por medio de la que se anuncia, que después de tantos meses de que se cerraron todos los espacios artísticos físicos, el Ministerio de Cultura y Deportes anuncia que “Como apoyo único se dará Q3 mil para quienes participen de manera individual y Q20 mil para las agrupaciones o colectivos -orquestas, marimbas, bailarines-. Para acceder al pago, los artistas deben presentar factura como uno de los requisitos, pero también solvencia fiscal vigente, constancia de inventario de cuentas por parte del Ministerio de Finanzas Públicas, registro de inscripción de proveedores en Guatecompras, entre otros.”

Me pregunto ¿Si nos encontramos ante una emergencia que dura más de seis meses, no sería más humano hacer menos compleja la cuestión? Me parece que existen formas más fáciles de poder dar ayuda al artista nacional, más aún si tomamos en cuenta que recibirían si se concretara el pago, un promedio de quinientos (Q.500.00) quetzales mensuales, que no es ni la sexta parte de un salario mínimo.

El arte durante la historia de la humanidad ha sido testigo de los cambios de la sociedad en general, y se ha convertido en el vehículo que nos permite conocerla, debería ser más respetado, y porque no decirlo, compensado.

Un mundo sin arte, es un mundo sin color.

licgla@yahoo.es

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