POR MARGARITA GIRÓN
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Ayer, varios sectores del país lamentaron el fallecimiento del magistrado titular de la Corte de Constitucionalidad (CC), Bonerge Mejía, quien fue afectado por COVID-19, un virus que hasta hoy ha cobrado en el país 2 mil 852 vidas en Guatemala y más de 800 mil a nivel mundial.
El fallecimiento del Magistrado causó conmoción en el país, al punto que diversos sectores enviaron sus condolencias a la familia a través de publicaciones y comunicados desde el momento de la confirmación de su deceso.
Desde diplomáticos, políticos y sociedad civil, han mostrado su pesar ante la pérdida del Magistrado, a quien describen como un gran ser humano y defensor de la justicia y la democracia en Guatemala, como lo expresó en redes sociales, el Embajador de Suecia en Guatemala, Hans Magnusson.
También la Corte de Constitucionalidad, realizó un emotivo homenaje, en el que destacaron aspectos de la vida profesional y personal del Magistrado y tanto compañeros de la magistratura, como funcionarios y académicos, lamentaron el deceso.
Sin embargo, existen otras 2 mil 852 familias que también han perdido a sus seres queridos a causa del COVID-19, y aunque la mayor parte de ellas, ha vivido el difícil momento, desde el anonimato en cada pérdida los guatemaltecos se han solidarizado con quienes han hecho públicas sus pérdidas.
Desde profesionales, empresarios, madres y padres de familia, hijos, amigos y parejas, el país ha lamentado el fallecimiento de quienes se han ido a causa del COVID-19, y aunque sus nombres no siempre tengan una esquela o un mensaje de condolencias, la sociedad lamenta las muertes de cada uno de ellos.
UNA FAMILIA DE MUCHAS QUE HAN LLORADO EN SILENCIO
Al inicio de la pandemia, la discriminación y prejuicio, provocaron que muchas familias tuvieran que vivir un duelo silencioso, pues el desconocimiento de las personas, provocó temor en quienes se vieron afectados por coronavirus, además de los protocolos que impiden realizar velatorios como se acostumbraba antes del COVID-19.
En el mes de mayo, La Hora dio a conocer el caso de *Vivian, quien relató a este vespertino, cómo enfrentó junto a su familia, la pérdida de su esposo, luego que fuera diagnosticado con COVID-19, y tras días de lucha perdiera la vida a causa del virus. “Esto es muy duro” expresó.
Vivian comentó que, una noche antes de recibir la noticia, soñó con su esposo y cuando amaneció sintió una angustia muy difícil de explicar.
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“Bien temprano en la mañana del día siguiente, recibimos una llamada para pedirnos que nos hiciéramos presentes porque necesitaban pedirnos algo de una medicina”, recuerda.
Pero fue la forma educada de solicitarles que llegaran para darles la fatídica noticia.
Tras días de estar en el intensivo les comunicaron el fallecimiento de su ser querido y la instrucción fue de realizar el sepelio de inmediato, sin velatorio y sin poder recibir el apoyo de las personas, como regularmente se acostumbra en este tipo de situaciones.
“Fue tan difícil saber porque es la persona con quien compartí mi vida por muchos años, un hombre muy honesto, muy trabajador, aportó a la sociedad muchos años de trabajo”, describió Vivian.
Para entonces, se reportaban apenas 16 personas que habían perdido la batalla contra el coronavirus en Guatemala, pero ahora la historia es otra y muchas familias han roto el silencio y han compartido su experiencia.
ASÍ SE HAN REGISTRADO LOS FALLECIMIENTOS EN GUATEMALA
De acuerdo con el registro del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), 2 mil 002 de los fallecidos corresponden a hombres, lo cual equivale a un 70 por ciento del total, mientras que 759 mujeres han perdido la vida a causa del virus, cifra que equivale a un 27 por ciento de la cifra global. Además, agregan 90 casos en donde no se define el género de la persona y que equivalen al 3 por ciento del total.
Además, el registro evidencia que la mayor cantidad de fallecimientos se encuentra en el rango de 60 a 69 años, en donde han fallecido 734 personas, seguido del rango de entre los 50 a 59 años en donde se reportan 601 fallecimientos.
El virus también ha sido letal para 504 personas entre los 70 y 79 años de edad y 255 mayores de 70 años. Así como 631 personas que se encontraban entre los 631 años.
La pérdida de vidas evidencia que el virus no conoce clases sociales, edad, preparación académica y género. Mientras el virus no se haya controlado, en Guatemala y el mundo, el COVID-19 seguirá cobrando vidas y las familias seguirán llorando a sus seres queridos ya sea desde el anonimato, o recibiendo reconocimientos póstumos como el caso del Magistrado Mejía, a quien despidió la sociedad guatemalteca.