Por: Ángel Elías
En algún momento de la historia, a lo mejor en forma de leyenda negra, a la fotografía le dieron el supuesto poder de robar el alma. En la actualidad, devuelve recuerdos.
Desde el 2009 se celebra cada 19 de agosto: El día mundial de la fotografía. Esto porque en esa fecha, pero en 1839, Luis Daguerre presentó ante la Academia de Ciencias de Francia su inventó: el daguerrotipo, que permitía capturar una imagen a través de un proceso químico. Ese día también se liberó la patente del daguerrotipo, dando lugar al desarrollo de la fotografía.
Pero en Guatemala, uno de los primeros referentes de la fotografía fue del fotógrafo belga León de Pontelli, en 1843. Para esos años, este artilugio era usado para hacer retratos por encargo. En la historia de la fotografía en Guatemala, los retratistas del mediados del siglo XIX estaban muy ligados a la pintura. Generalmente eran extranjeros que pasaban por el país y con los retratos se hacían de recursos para continuar con su viaje.
Con el paso de los años aparecieron más fotógrafos, que, con sus colecciones, son una ventana de la historia nacional. En 1846, se instala el fotógrafo alemán Emil Herbruger Wheling (1808-1894), quien a través de sus trabajos se puede tener una perspectiva diferente de los acontecimientos políticos de aquellos años. Ya en 1860, el quetzalteco J. Doroteo González hizo un trabajo muy interesante en área de occidente de Guatemala. No se puede olvidar de Viviano Salvatierra que en 1868 comenzó con la fotografía en la Ciudad de Guatemala.
El japonés Yasu Kohei en 1877 es otro referente importante para las nuevas generaciones de fotógrafos y de explicar la cotidianidad de aquella época. Tomás Zanotti se dedicó a fotografías paisajes, y ya en principios del siglo XX, Jorge Juan Anckermann Canet estuvo con su cámara retratando el país.
En la actualidad, la fotografía dista mucho de lo que fue en 1800 y del siglo pasado. Con la incursión de la fotografía digital, una nueva generación de fotógrafos llena las plataformas digitales y de redes sociales. La fotografía, a pesar del avance tecnológico, no deja de ser importante y principalmente, no deja de ser una de las mejores herramientas de comunicación.
El Fondo de Cultura Económica recuerda los 181 años de la fotografía, con un par de recomendaciones sobre la foto. ¡Mucha vida para la fotografía!
La Imagen Táctil, de la fotografía binocular al cine tridimensional. Un trabajo que recorre a través de los distintos autores reflexiones en torno a los instrumentos estereoscópicos y las características biológicas y fisiológicas de la visión en profundidad, desde el estereoscopio hasta el cine 3D.
El fotógrafo ciego, Evgen Bavcar es un fotógrafo totalmente ciego, llegó a la fotografía después de su pérdida de vista. Esloveno emigró a París donde estudió Filosofía. Comienza en la foto a los dieciséis años cuando retrató a una joven del que estaba enamorado. Aquel acto fue una manera de apropiarse de algo que no le pertenecía. En 1988 fue nombrado Fotógrafo Oficial del Mes de la Fotografía en París.
Esta y otras obras se pueden adquirir, consultando en www.fceguatemala.com y a través de WhatsApp: 5017-3130 o por mensaje directo en redes sociales: FCE Guatemala. El envío es gratis en compras mayores de Q200, dentro del perímetro de la Ciudad de Guatemala y Q300 en los departamentos. Aplican restricciones.
Cuentos populares mexicanos, de Fabio Morabito
A partir de una minuciosa investigación etnográfica y lingüística de los relatos de tradición oral más representativos del país, Fabio Morabito reúne en esta antología 125 cuentos provenientes de regiones que van desde Sonora hasta Chiapas, desde los tarahumaras hasta los chontales y, más allá todavía, incursionar en California y Nuevo México, para reaparecer más adelante en Veracruz y Querétaro.
Abismos de la modernidad, de Claudia Hilb
Claudia Hilb reflexiona sobre estas cuestiones a partir de un elemento común en las obras de Hannah Arendt, Claude Lefort y Leo Strauss: la interrogación tenaz de cada uno de ellos acerca de los problemas políticos y morales provocados por el advenimiento de regímenes totalitarios inéditos durante el siglo XX. Pensar estas experiencias de dominación implica afrontar el problema de cómo juzgar aquello que, precisamente, desafía nuestro juicio, y también reponer las preguntas acerca de qué es la libertad, qué es lo bueno, qué es lo justo.
El huésped, de Amparo Dávila
Una selección de los cuentos más incitantes y perturbadores de la autora mexicana Amparo Dávila en una edición ilustrada para jóvenes. A través de historias fantásticas y una pluma incomparable, la autora cautivará a nuevas generaciones con relatos fantásticos como «El huésped», en el que una criatura acecha la tranquila vida de una mujer; o «Alta cocina», una pequeña narración de la agonía de diminutos seres que se enfrentan a su inevitable destino.