Mauricio Claver-Carone, actual Presidente del BID. Foto La Hora/AP/Juan Karita.

POR REDACCIÓN LA HORA
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El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) notificó hoy la vacante para su Presidencia y las fechas de la próxima asamblea anual en donde se anunciará al nuevo titular de esa organización de asistencia financiera. La elección ha cobrado relevancia por la candidatura de Mauricio Claver-Carone, uno de los asesores más cercanos al presidente de Estados Unidos, Donald Trump y que rompería la tradición de que el ente sea dirigido por un latinoamericano.

“La Secretaría del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) notificó a los Gobernadores del Banco que a partir de hoy está abierto el proceso de propuesta de candidaturas para la elección del próximo presidente de la organización”, aseguro el BID en una nota publicada hoy en su sitio web.

Los Gobernadores del BID pueden proponer candidaturas durante los próximos 45 días y el Directorio Ejecutivo del Banco indicó que la elección tendrá lugar en una reunión virtual de los Gobernadores del BID el 12 al 13 de septiembre de 2020.

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“Asimismo, los Gobernadores del BID informaron que las reuniones anuales de las Asambleas de Gobernadores del BID y de BID Invest han sido reprogramadas por motivo de la pandemia del coronavirus. Dichas reuniones se llevarán a cabo del 17 al 21 de marzo de 2021 en Barranquilla, Colombia”.

CLAVER-CARONE EL CANDIDATO DE TRUMP

La elección ha cobrado auge porque el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado su intención de postular a la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a Mauricio Claver-Carone, uno de los asesores más cercanos al mandatario estadounidense y conocido en Guatemala por impulsar en su momento la aplicación del Acuerdo de Cooperación y Asilo (ACA).

Excancilleres peruanos y el Senador Patrick Leahy se han expresado en contra de la nominación. Los excancilleres, por ejemplo, explicaron el 5 de julio que esto implica más bien una ruptura de la norma no escrita, pero respetada desde el origen, por la cual el BID, por razones entre otras de eficiencia financiera tendría su sede en Washington D.C., pero a cambio estaría conducido por un ciudadano latinoamericano.

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“Esta no es sólo una cuestión de alteración protocolar. Es un quiebre, con obvias derivaciones políticas, en el quehacer de uno de los instrumentos más eficaces para la convivencia hemisférica”, aseguraron.

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