Por JAKE COYLE
NUEVA YORK
Agencia (AP)
Aunque la mayoría de las películas que han sido estrenadas durante la pandemia nunca llegaron a cines repletos, «Palm Springs» sí tuvo el tipo de estreno con el que sueñan los cineastas.
En enero en el Festival de Cine de Sundance, la comedia romántica sobre un día que se repite una y otra vez, protagonizada por Andy Samberg y Cristin Milioti logró carcajadas, reseñas entusiastas y un acuerdo récord para el festival. Hulu y la distribuidora independiente Neon adquirieron «Palm Springs» por 17,5 millones de dólares con 69 centavos. Los centavos fueron sugeridos después de que las negociaciones se alargaron bastante en la noche por el socio de Samberg dela compañía Lonely Island, Akiva Schaffer, quien produjo el filme.
«He dicho que Hulu insistió. Fue Akiva o Hulu», dijo Samberg, riendo. «Debió ser Akiva a las 5 a.m. después de quedarse despierto toda la noche para lograr el acuerdo y de haber estado bebiendo antes en la noche, o fue Hulu, no puedo recordar bien».
Esa memoria puede sonar distante y de otra vida, pero «Palm Springs», que se estrena el viernes en Hulu y autocines parece extrañamente adecuada para la actualidad. La película, ópera prima del director Max Barbakow y el guionista Andy Siara, se trata de una dama de honor, Sarah (Milioti), quien después de un encuentro con uno de los invitados, Nyles (Samberg), en la boda de su hermana, cae dentro de un ciclo infinito de tiempo. Empieza a revivir un día una y otra vez, un ciclo en el que Nyles ha estado atrapado por tanto tiempo que ya se olvidó cuándo empezó.
Mientras que otras películas posponían su estreno «Palm Springs» optó por mantener la fecha. Estados Unidos se encuentra encerrado y una comedia sobre revivir el mismo día se convirtió extrañamente en un material apropiado. Se abrió un bucle de tiempo y «Palm Springs» entró ahí.
Cuando Siara y Barbakow comenzaron a trabajar en «Palm Springs» no pensaban entrar en el territorio de «Groundhog Day» («Hechizo del tiempo»). Los dos se conocieron en la escuela de cine después de hacer cortometrajes juntos y decidieron desarrollar su primer largometraje en Palm Springs tras un fin de semana en este oasis en medio del desierto del sur de California. Siara acababa de casarse en Palm Springs, y se sintieron atraídos hacia un personaje nihilista que se hubiese cansado de las pláticas triviales de boda.
Para los dos el hecho de que la película comenzara con un personaje, y no con una idea, fue la clave. Pero adentrarse en la historia los hacía correr el riesgo de traspasar los límites de una comedia sagrada como «Groundhog Day» de Harold Ramis.
«Pensaba ‘la gran historia de ese tipo se ha hecho’ y no creo que esto lo cambie para nada», dijo Samberg. «Lo que me hizo querer hacerla de todas maneras es que se siente como que retoma el hilo donde ‘Groundhog Day’ lo deja».
«Palm Springs» usa su reinicio diario para escarbar en las vidas emocionales de Sarah y Nyles, quienes han menospreciado la madurez de varias maneras. Es una comedia romántica donde el comienzo y las pausas de crecimiento personal y sentimental ocurren por medio de repeticiones surreales de ciencia ficción.
«Fue oscura y rara de maneras en las que me siento extremadamente atraída mientras que también me hacía reír y me conmovía», dijo Milioti. «Simplemente me parecía deliciosa y loca».
El trío de Lonely Island, Samberg, Schaffer y Jorma Taccone, ayudaron a desarrollar el proyecto con Barbakow y Siara. Pero si «Groundhog Day» era inicialmente un impedimento, las historias sobre bucles de tiempo como la aclamada serie de Netflix «Russian Doll», proliferaron mientras trabajaban en «Palm Springs».
«Hablamos sobre retirarla algunas veces», dijo Samberg. «(Pero) pasó de hacernos sentir ‘no deberíamos hacerla porque hay demasiadas’ a ‘deberíamos hacerla porque hay tantas’, ahora es un género».
Los cineastas se dieron cuenta que «Palm Springs» pendía de la relación entre Sarah y Nyles y sería difícil exagerar al decir cuánto le da Milioti («Fargo,» «Black Mirror») a la película. Su actuación es graciosa y al mismo tiempo sustenta la película al reprocharse a sí misma.
«Cuando la veo siento que ella es genial», dijo Samberg.
En el último mes se han preguntado si «Palm Springs» es realmente apropiada para el momento pues las protestas por la muerte de George Floyd llevaron a una reflexión nacional sobre el racismo recalcitrante, se volvió claro que la pandemia no ha sido «Groundhog Day».
Aunque ahora todos viven una especie de versión de la película que crearon por la cuarentena hay cosas positivas. Lo mejor, dijo Samberg, es pasar más tiempo con su esposa, la música Joanna Newsom, y su pequeña hija. Siara, quien junto con su esposa espera el nacimiento de su segundo hijo, no tiene problemas con los días repetitivos. «Estoy bien con estar atrapado en la monotonía», dijo riendo.
Pero nadie puede competir con Barbakow en términos de sincronizarse con su película. Le pidió matrimonio a su novia durante la cuarentena.