POR MARGARITA GIRÓN
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Recientemente, la Oficina de Aduanas y Seguridad Fronteriza de los Estados Unidos, (CBP, por sus siglas en inglés), publicó las cifras de las acciones en la frontera sur de EE. UU. correspondientes al mes de junio y según los datos, en el noveno mes del año fiscal estadounidense, 32 mil 512 migrantes fueron detenidos por la patrulla fronteriza.
En los datos presentados, se observa un incremento con relación a abril y mayo, cuando se registraron 16 mil 969 y 23 mil 143 aprehensiones, respectivamente.
Contrario a lo sucedió en el año fiscal 2019 en Estados Unidos, cuando 977 mil 509 migrantes fueron detenidos o considerados inadmisibles, la cantidad de migrantes registrados en los nueve meses que corresponden al año fiscal 2020, se ha reducido cerca del 60 por ciento con relación al mismo periodo en el 2019.
GUATEMALTECOS SIGUEN INTENTANDO MIGRAR
Pese a la pandemia del COVID-19, que registra más de 3 millones de casos en Estados Unidos y más de 12 millones en todo el mundo, según datos de la Universidad de Johns Hopkins, la migración de guatemaltecos hacia EE. UU, se sigue evidenciando y los connacionales continúan intentando llegar a suelo estadounidense. En nueve meses, casi 34 mil connacionales han sido detenidos en su intento de alcanzar el “sueño americano”.
Entre octubre del 2019 y junio de 2020, 308 mil 541 migrantes han llegado a la frontera sur del país norteamericano, de los cuales, según datos de la CBP, 33 mil 860 son originarios de Guatemala, 26 mil 229 de Honduras y 11 mil 338 de El Salvador, mientras que el resto corresponde a México.
En la región del norte de Centroamérica, Guatemala sigue liderando las cifras de migrantes que buscan llegar a suelo estadounidense, en nueve meses, 6 mil niños y niñas no acompañados (NNA) fueron aprehendidos por la patrulla fronteriza, mientras que unidades familiares se registran 9 mil 585, sumado a los 17 mil 730 adultos que fueron aprehendidos por la CBP.
Las cifras de Honduras registran 2 mil 909 NNA, 8 mil 683 unidades familiares y 14 mil adultos, mientras que, según la CBP, 1 mil 689 NNA, 3 mil 673 unidades familiares y 5 mil 976 adultos de origen salvadoreño fueron aprehendidos en la frontera sur de EE. UU.
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Durante la pandemia, el Gobierno estadounidense ha recalcado los peligros que representa emprender la ruta migratoria hacia Estados Unidos. En Guatemala, la Embajada estadounidense, ha realizado diversas publicaciones en redes sociales con relación al tema.
“El viaje ilegal hacia Bandera de Estados Unidos está lleno de peligros y ahora incluye el riesgo de contagio de COVID-19. No arriesgues tu salud y tu vida, ni la de tu familia. Ahora más que nunca quédate en casa, quédate en tu país”, se lee en una de las publicaciones.
En tanto, el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM), reporta que entre enero y el 7 de julio, 13 mil 169 connacionales han sido retornados desde Estados Unidos, por la vía aérea.
SITUACIÓN DE ASILO SE TORNA COMPLICADA PARA MIGRANTES
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), a través de un comunicado, manifestó su preocupación, por los cambios planeados al sistema de asilo en los Estados Unidos.
“Nos preocupa que la propuesta de “Procedimientos de asilo y exención de expulsión, revisión de temor creíble y temor razonable”, que está circulando, esa propuesta marca un alejamiento de las políticas humanitarias y de las prácticas promovidas durante mucho tiempo por los Estados Unidos y arraigadas el derecho internacional”, cita el pronunciamiento,
Además, señalan que, los Estados Unidos han sido durante décadas un líder global en el área de la protección de los refugiados, de la que dependen la vida y la libertad de muchas personas proporcionando acceso al asilo en su territorio, plazas de reasentamiento para refugiados extremadamente vulnerables acogidos en otros países, y siendo el mayor donante humanitario para programas de refugiados en todo el mundo.
También destacan que, los cambios contemplados en las normas propuestas, junto con las otras restricciones adoptadas en años recientes, significarían que muchas personas que huyen de la persecución no podrían solicitar, u obtener, protección en los Estados Unidos.