Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt

No hay duda de que si algo identifica a los guatemaltecos son sus ganas de salir adelante y superarse, un ejemplo es Raúl Monterroso, un guatemalteco originario de Jalapa, quien le contó a La Hora Voz del Migrante su historia de esfuerzo en Estados Unidos, que también ha significado una oportunidad para adentrarse en el mundo del arte en donde ha logrado darse a conocer entre la comunidad migrante en el extranjero.

Con el ánimo característico de los guatemaltecos, Monterroso le contó a esta redacción cómo fue que llegó a Estados Unidos y los recuerdos que guarda de su lugar de origen en el municipio de Mataquescuintla, departamento de Jalapa.

El entrevistado recordó el día en que salió del país, un 10 de noviembre de 1994, de hecho, dice que no tenía intención de viajar porque incluso abrió una panadería.

“La misión de superación me hizo que cambiara de parecer en quince días, me pintaron esto muy bonito y quise venir para comprar máquinas y mejorar mi panadería y tome la decisión en quince días”, recordó.

DE PANADERO A CONSTRUCTOR

A los pocos días de salir del país, llegó y se estableció, aunque al principio fue difícil acostumbrarse porque sentía que la vida era muy difícil, con el cambio de idioma, alimentación y de dejar a su familia ya que fue el primero en migrar de ellos.

En EE. UU., dice que empezó trabajando en una panadería, su segundo trabajo fue hacer piedra artificial, pero ya después se desempeñó en el área de la construcción.

“Yo hago casas completas, es construcción general y ese es mi trabajo fuerte aunque estoy trabajando en el arte”, comentó.

De hecho, su día inicia a las 5 de la mañana, con la idea de empezar temprano y aprovechar el tiempo al máximo, así que finalmente cuando llega a su hogar trata de dedicarle su tiempo al arte.

Aunque ya tiene varios años viviendo en el exterior, el guatemalteco confiesa que aún no se acostumbra a la vida en otro país y menciona que siempre extraña su lugar de origen y por eso trata de mantenerse sencillo y actúa con humildad.

“A todo el mundo le pasa eso, todos se adaptan más que yo…el idioma se me hace complicado, todavía no lo domino, pero sí nunca fui a la escuela porque me dediqué a trabajar y a mantener a la familia, cuando me vine tenía a mis tres hermanos como responsabilidad y a una bebita de tres meses, entonces con eso los mantenía”, contó.

EL ARTE TAMBIÉN ES PARTE DE SU VIDA

Pero además de trabajar, Raúl también se ha interesado en el arte, de hecho, así es como ha sido reconocido entre la comunidad guatemalteca de Los Ángeles.

En Guatemala hacía dibujos de lápiz, pero también pintaba con temperas y acuarelas, así como acrílico, sin embargo, empezó a practicar con esculturas de yeso y trabajo tallado, así que al final mezclo su trabajo con lo artístico.

Raúl explicó cómo prepara el material para hacer sus esculturas, mismas que lo inspiran a crear más y más arte que luego comparte con el resto.

“Yo me siento orgulloso de lograr esto de poner el nombre de mi tierra en alto, la verdad es un logro grandísimo debido a que nací en un lugar remoto, en donde se viven economías muy malas, si yo hubiera soñado eso creo que nadie lo hubiera creído”, comentó.

TIENE METAS

Raúl se describe como una persona perseverante, que siempre se impone retos y se muestra seguro de lograr lo que se propone, también dice que nunca se doblega por cualquier tipo de críticas, así que siempre que puede portar los colores del país lo hace con mucho orgullo.

Entre sus obras, dice que cuenta con una fotografía de su abuelo que explica tiene un valor sentimental muy importante y también tiene presente un mural de la Basílica de Esquipulas que hizo para una iglesia en California.

A futuro, el guatemalteco dice que le gustaría que sus nietas vean lo que ha hecho con el arte y por eso le entusiasma lo que ha hecho.

“Me gustaría hacer un mural aquí en un área pública de Los Ángeles en tridimensional y otra es hacerlo en la plaza México, si pudiera hacerlo sería un mural de resistencia de Maya, o también un calendario Maya que fuera gigante”, comentó.

Pero todo lo que ha logrado el entrevistado, refiere que también ha sido con el apoyo de familiares y amigos que lo impulsan a continuar haciendo lo que le gusta.

Raúl también tiene presente su lugar de origen y por eso refiere que decidió impulsar un proyecto en Mataquescuintla para niños, así ellos se inspiran en el arte, por el momento esto quedó suspendido pero es algo con lo que desea continuar, explicó.

“Mi hermana está al pendiente de lo que necesitan los niños, de los maestros que ayudan con su tiempo, la mayoría no cobra lo que deberían, pero ayudan porque es un proyecto rural. Estos niños son del lugar en donde nací, esto tiene un poco más de un año de haber iniciado con muy buenos resultados”, aseveró.

El connacional hace un llamado a la comunidad guatemalteca a siempre estar unidos ante la adversidad, conscientes que entre todos se pueden lograr vencer todos los problemas que se puedan presentar.

En EE. UU., vive junto a su familia con quienes se inspira.

“No veo televisión, casi siempre me mantengo inventando imágenes y también hago mis dibujos en papel para llevarlas a esculturas en bulto, siempre me ando entreteniendo en algo”, comentó.

Para terminar la entrevista, el guatemalteco hace un llamado a practicar la bondad con todas las personas y a replicar acciones de bien. Si usted desea seguir de cerca lo que hace el connacional lo puede buscar en Facebook con el perfil de Monterroso Art.

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