Gustavo Marroquín Pivaral
La enseñanza inescrupulosa de la historia es una de las formas más efectivas de manipulación y
adoctrinamiento. Y esto se debe a que muchas veces la historia es lo que la persona, grupo social o
el Estado quiera que sea… y no hay tal cosa como versiones infalibles en este campo (como nada
en la vida). Recientemente ha salido una disputa entre autoridades rusas, europeas y
estadounidenses en cuanto a una especie de revisionismo de la Segunda Guerra Mundial (SGM) en
donde, según el Estado ruso (es decir, Putin), siente que se está subestimando y menospreciando
el papel de la Unión Soviética en dicho conflicto bélico.
Antes de empezar por este breve análisis que haré de la situación antes mencionada, hay que
entender que en una guerra (y más de las dimensiones de la SGM) todos tienen cuotas de
culpabilidad en la iniciación, en el prolongamiento y en la culminación de esta. Rara vez existe tal
cosa como “un único culpable” a quien debe recaer toda responsabilidad. Y en realidad, el
precedente más grande que ilustra mi punto fue precisamente el Tratado de Versalles de 1919, en
donde los países vencedores básicamente culparon de toda responsabilidad de haber iniciado la
Primera Guerra Mundial (PGM) a Alemania y en menor medida a sus aliados. Esta injusta
“repartición de la culpa” tuvo como previsible consecuencia la sed de venganza alemana y que, en
resumidas cuentas, volcó a Europa hacia la SGM en 1939…tan solo veinte años después.
La historia oficial que da Rusia es que básicamente sin ellos, los nazis hubiesen ganado la guerra.
Los occidentales, como es de prever, dan su versión de la SGM donde ellos juegan el papel
trascendental. En este espacio tan reducido no es posible analizar todo lo que esto conlleva, pero
desde que inició la SGM en 1939, el gran peso de la guerra europea lo llevó la URSS.
Francia fue súbitamente derrotada junto con las tropas de apoyo británicas en mes y medio en
1940. Luego de esto, siempre en 1940, Gran Bretaña libró una batalla área contra los nazis que
salieron victoriosos, pero a duras penas se mantenían en pie de guerra luego de esta batalla.
Estados Unidos no entró de lleno en la guerra en Europa hasta 1944 con el desembarco en
Normandía. Esto nos deja con los soviéticos que estuvieron luchando contra los nazis desde que
fueron invadidos por estos en 1941, en la famosa Operación Barbarroja, hasta la rendición
alemana en 1945. El número de bajas que sufrieron los soviéticos es colosalmente mayor que
cualquier otro participante en la contienda, con cifras que van desde los 25 hasta los 30 millones
de soviéticos muertos. Hago aquí la aclaración que soviético no es lo mismo que ruso, ya que, la
Unión Soviética comprendía la unión de varios países, siendo el líder Rusia.
Pero así como los soviéticos fueron imprescindibles para derrotar a los nazi, son igualmente de
culpables de haber iniciado la guerra. Stalin firmó un pacto de no agresión con Hitler en 1939,
poco antes del inicio de la SGM, y dicho pacto contenía una cláusula secreta que los rusos daban
vía libre a los alemanes a invadir y cometer atrocidades en Polonia si ellos se quedaban con la otra
mitad del país…tal como sucedió. Los soviéticos trataron de forma brutalmente inhumana a los
polacos y a todo el resto de Europa del Este que fue “liberando del yugo nazi”, solo para ser
ocupados por el Ejército Rojo por décadas. Tan brutal fue esta ocupación y la posterior represión
soviética, que hoy día estos países del Este se vuelcan más con Alemania y la Unión Europea con
tal de escapar de las fauces de la Rusia de Putin.