NUEVA DELHI
Agencia AP
Mientras India ampliaba sus medidas de contención de virus y paralizó su vital red ferroviaria, el gobierno federal advirtió hoy de estrictas medidas legales para algunos que se saltaban las normas.
«Por favor, sálvese a sí mismo, salve a su familia», tuiteó en hindi el primer ministro, Narendra Modi, que pidió a los estados que sigan las medidas preventivas impuestas por el gobierno federal para contener la expansión del virus.
En un primer momento no estaba claro cuáles serían esas sanciones. Otros lugares simplemente enviaron de vuelta a casa a los infractores porque alternativas como la detención fomentaría situaciones de hacinamiento en las que podría expandirse el virus.
Para contener el brote, las autoridades han empezado a restringir los desplazamientos en el país, con 1.300 millones de habitantes.
Al menos 80 distritos donde se detectaron casos estaban bajo estrictas cuarentenas. Policía y servicios sanitarios operaban, pero los establecimientos comerciales cerraron salvo por los servicios esenciales. Los bancos pidieron a sus clientes que emplearan sus servicios a través de internet y redujeron su personal de oficinas.
El gobierno ha insistido en que la gente practique el distanciamiento social y se lave las manos. India también fue uno de los primeros países que prácticamente cerró sus fronteras y rechazó la entrada a casi todos los extranjeros.
Pero el toque de queda voluntario de 14 horas que convocó Modi el domingo fue la primera iniciativa nacional para adoptar las prácticas de aislamiento social que recomienda la Organización mundial de Salid para frenar la curva de contagio y evitar que sobrepase a los servicios sanitarios. Las cuarentenas en otros lugares han durado al menos dos semanas, que se cree es el periodo máximo de incubación del virus.
Las calles de las ciudades indias se veían vacías mientras los ciudadanos se quedaban en casa siguiendo la petición de Modi. Pero varias estaciones importantes estaban abarrotadas con miles de trabajadores migrantes que de pronto se habían quedado sin empleo y trataban de llegar a sus pueblos, lo que suponía un riesgo a expandir el virus por todo el territorio nacional.
El domingo por la noche, cuando aún quedaba gente esperando para viajar, se suspendieron los servicios ferroviarios hasta el 31 de marzo. La suspensión incluía trenes de larga distancia y los de cercanías en ciudades grandes, salvo los convoyes de mercancías.
India ha registrado al menos 415 casos de infecciones del nuevo coronavirus y siete muertes por COVID-19, la enfermedad que produce.
Muchos de los casos estaban relacionados con viajes al extranjero, pero se cree que los contagios locales son inevitables en India, donde decenas de millones de personas viven en densas zonas urbanas con acceso irregular a agua limpia.
Los expertos han señalado que el número de casos confirmados parece bajo para el segundo país más poblado del mundo, y se teme que India esté haciendo pocas pruebas del virus. La mayor parte de las pruebas se han hecho a viajeros internacionales y sus contactos, pero en los últimos días el gobierno las amplió a personas hospitalizadas con síntomas respiratorios como la neumonía.
«Nuestro mayor desafío es cómo rompemos esta cadena de transmisión», dijo el domingo Lav Agarwal, alto cargo del Ministerio de Sanidad, en una conferencia de prensa en Nueva Delhi.