MESA, Arizona, EE. UU.
AP
K. C. Sandstrom, un fanático de los Atléticos, se sentó detrás de la línea del jardín derecho para mirar el calentamiento de su equipo. Iba armado con un pizarrón blanco, en el que había escrito una leyenda en mayúsculas.
“MIKE FIERS PARA PRESIDENTE”, decía el letrero.
Han sido unos meses tormentosos para Fiers, actual lanzador de Oakland y exjugador de Houston, quien ayudó al descubrimiento del robo de señales cometido por los Astros.
Sus denuncias desataron el escándalo que ha estremecido las Grandes Ligas.
Pero durante una tarde fresca de domingo en Arizona, el lanzador de 34 años recibió una cálida bienvenida, en lo que fue su primera aparición de la pretemporada en Mesa.
“Oakland va a apoyarnos, sin importar lo que ocurra”, confió Fiers, luego de lanzar dos innings perfectos ante San Francisco. “Siempre han estado ahí. Es divertido jugar frente a todos estos fanáticos, con estos chicos. Simplemente fue un gran día de béisbol”.
Aunque Fiers es ahora más conocido por su relación con la investigación del robo de señales, se trata de un pitcher con bastantes logros. Ha lanzado dos juegos sin hit en nueve temporadas y viene de su mejor año en las mayores _finalizó con una foja de 15-4 y una efectividad de 3.90, a lo largo de 184 innings y dos tercios en 2019.