Pablo Sigüenza Ramírez

Pablo Sigüenza Ramírez nació en un arrabal de Ciudad de Guatemala en 1978, mestizo kakchiquel. Reniega de la identidad nacional, esa comunidad imaginaria construida desde las élites. Ama las luchas de resistencia de los pueblos latinoamericanos y el escenario verde que las cobija. Por ahora es profesor universitario; siempre en intentos de aprendizaje.

Estudió agronomía y antropología en la universidad estatal, deformación garantizada y agradecida. Con la luna cómplice, comparte el disfrute de los días y noches de tormenta. Ha publicado Relatos verdes en escala de gris (Magna Terra 2015). En el 2017, Editorial Universitaria de edita Entre la milpa. Pretende escribir más relatos y poesía, si el pasado lo permite.

Búsqueda
En la búsqueda está el espanto
pero también la luz
cielo e infierno
en el camino cotidiano
la negación del rumbo impuesto
huir del molde para reverdecer
vísceras al viento
montaña adentro.

Entre la milpa

Entre la milpa es amor por lo complejo
atracción vital por lo diverso
huida sin retorno de la monotonía
gusto por los miles de sabores
que provienen de tus ojos
de tu voz desnuda y los lunares en tu cuerpo
de la tierra entre tus manos.

Yo también te escribo
desde lo profundo…

Jacarandas rendidas

Yo clarividente, vos semilla y estrella
nuestro tiempo en espiral
dejó ver tus hojas tiernas llenas de rocío
un par de meses robustos
antes de la luna creciente.
Con la caída del sol
me asaltó la locura de revolcarnos en las jacarandas rendidas
te imaginé sobre la tierra húmeda morada.
Del otro lado del sol
respondiste intuyéndonos,
ahora voy por la vereda más pequeña
buscando amanecer en tu garganta.
Cuando llegue a tu mano
regálame un madrigal,
un trino y una rama de romero.

Entusiasmo
Con vos puedo ser hoja errante o semilla alada
no busco puertos de llegada
no viajo sólo en temporada.
Los miedos que carcomen nervio
se relajan cuando vuelo en tu rocío
cuando soy barca en tu espejo
cuando contorsionás el alma
para verme, para vernos,
para amar un paisaje.
Anoche sentí tu aliento en la palma de la mano
desperté y jugué a las escondidas;
siempre ganabas
vas conmigo anhelada,
estás en cada rincón claroscuro
en todos los planos
discreta, segura, invisible…

¿Adónde me llevarás mañana?

Brazos de luna

Tus brazos trenzados
en un grano de arena de la luna
¡cómo no esperarte!
¡cómo no disfrutarte
cuando por fin llegás!

Distancia
En el margen de aquella página
tu letra estampa impresiones
define tu presencia
extendida en esta pulcritud de silencios.
El hielo se nos filtra
más allá de los huesos
calcio sublimado que huye al cementerio,
a su espaciosa soledad.

Un cielo que se parte en medio siglo
día pleno y oscuridad completa en una sola vista
incendio de mares muertos sobre lunas llenas.

No entiendo la paradoja de tu presencia lejana
vacío repleto de dolores que carcome
contundente y grosero
odiado y bienvenido.

Libertad

Mis libélulas se alejaron
del estanque de nostalgias,
encararon la madrugada de niebla
y luceros escondidos,
encontraron tus ojos Libertad
y no detuvieron su vuelo
hasta beber utopías nuevas.

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