Oscar Clemente Marroquín

ocmarroq@lahora.gt

28 de diciembre de 1949. Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Periodista y columnista de opinión con más de cincuenta años de ejercicio habiéndome iniciado en La Hora Dominical. Enemigo por herencia de toda forma de dictadura y ahora comprometido para luchar contra la dictadura de la corrupción que empobrece y lastima a los guatemaltecos más necesitados, con el deseo de heredar un país distinto a mis 15 nietos.

post author

El fiasco demócrata en Iowa, que marca el inicio de la temporada electoral que terminará en noviembre con la elección presidencial, coincidió con la presentación del informe del presidente Trump al Congreso de su gestión durante el último año, lo que ocurre un día antes de que el Senado conozca finalmente la solicitud de impeachment que será derrotada por el voto disciplinado de los republicanos, quienes rechazaron escuchar nuevos testigos para eliminar de un plumazo el juicio contra el mandatario.

Creo que la mesa está servida para que se produzca la reelección del presidente Trump y que eso tendrá gravísimas repercusiones para los Estados Unidos y, en consecuencia, para el mundo por el papel predominante que tiene esa potencia económica y militar. Y es que si el actual gobernante logra la reelección tendrá carta blanca para hacer todo lo que le venga en gana y se podrá poner en práctica el principio que sustenta su exoneración de las acusaciones formuladas en su contra. De acuerdo con sus abogados, todo lo que él haga para reelegirse es parte del interés público y en consecuencia no es punible, tesis que será corroborada hoy mismo por el pleno del Senado y que cobrará especial relevancia cuando, reelecto, el mismo Trump decida que es de interés público que su mandato no se quede en los dos períodos establecidos en la Constitución y promoverá las reformas para extenderlo, imitando las prácticas de Vladimir Putin para consolidarse en el poder en Rusia.

Puede parecer una afirmación temeraria, pero estoy convencido de que cualquiera que reciba un manto de impunidad tan amplio como el que el Senado otorgará hoy al presidente Trump tendrá abierta la puerta para hacer lo que le venga en gana sin temor a consecuencia alguna. Creo que los republicanos no sólo están cavando su propia tumba, sino la del modelo democrático que crearon los llamados fundadores de la Patria, quienes visualizaron una nación sustentada en modelos democráticos, aunque cometieron errores como los de limitar el poder ciudadano no sólo con la conformación de un Senado elitista, sino impidiendo que el voto popular fuera el factor determinante de la democracia, delegando la facultad final a un Colegio Electoral que tiene más poder que el voto ciudadano.

Los demócratas parecen no atinarle al momento histórico que se vive en medio de una división absoluta dentro de la sociedad. El trumpismo es una fuerza evidente que debe ser tomada en cuenta porque, con todo y lo que se pueda decir de ellos, obviamente representan el sentir de muy buena parte de la población que se ha sometido de tal manera al “nuevo liderazgo” que lo tolera y lo perdona todo. Ni siquiera el mayor de los escándalos ni la más grave de las acusaciones hará tambalear de aquí en adelante al gobernante que se siente a sus anchas y que lo estará más luego de recibir la bendición del Senado gracias a la disciplina de los representantes republicanos.

Y es eso lo que abrirá las puertas al nuevo capítulo que puede ser fatal para la democracia.

Artículo anteriorLa nueva epidemia del 2020
Artículo siguienteAsalto a la justicia